Las modificaciones estructurales de los pesqueros o la incorrecta distribución de pesos a bordo son algunos de los factores que, según los expertos, han provocado múltiples naufragios en las costas gallegas en los últimos años.

Hasta ahora esta afirmación se basaba en el análisis que hacían ingenieros navales y otros profesionales sin una investigación a fondo de los sucesos pero desde el pasado 23 de noviembre se puede comprobar que están en lo cierto. El Ministerio de Fomento ha publicado los informes oficiales sobre accidentes marítimos elaborados por la Comisión Permanente de Investigación de Siniestros Marítimos desde el año 2000 hasta 2008 año de su disolución en los que se comprueba que en naufragios como el del pesquero O Bahía en junio de 2004 o el Siempre Casina en febrero de 2005 la mala distribución de pesos o cambios en la estructura de las embarcaciones provocaron una mayor inestabilidad y el hundimiento de las mismas.


El organismo dependiente del Ministerio de Fomento realizó entre 2000 y 2008 casi 40 investigaciones de siniestros marítimos, desde accidentes de motos náuticas hasta choques de embarcaciones pasando por naufragios de buques de pesca o mercantes como el petrolero Prestige, pero los resultados no eran públicos a pesar de las numerosas solicitudes realizadas en este sentido desde distintos ámbitos marítimos. La publicación ahora de los informes responde a la intención de la nueva Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos de dar una mayor transparencia a su actividad y que los resultados tengan valor pedagógico para todos los profesionales vinculados al mar.


En esos ocho años los expertos de la comisión estudiaron los hechos que rodearon los naufragios de cuatro pesqueros con base en Galicia: el O Bahía, el Siempre Casina, el Sombriza y el Cordero, todos ellos con algún fallecido entre sus tripulantes:


O Bahía




El pesquero con puerto base en Vigo naufragó el 2 de junio de 2004 frente a las islas Sisargas con el resultado de seis marineros muertos y cuatro desaparecidos. Según el informe de la comisión designada por Fomento, el pesquero se hundió por un vuelco tras perder la estabilidad. Entre los factores que provocaron el suceso, se señala el siguiente: ” La existencia y disposición a bordo de pesos que, no habiendo sido considerados en el libro de estabilidad, se ha constatado que perjudicaron gravemente a la estabilidad del buque”. El informe indica también que la velocidad “inadecuada” del barco ante unas condiciones de mar y viento adversas y la entrada de agua en sucesivas ocasiones “al no estar cerradas determinadas puertas y portillos en la superestructura y en Los cambios que provocaron el siniestro de la embarcación.


 Siempre Casina




 El naufragio de este pesquero se produjo el 22 de febrero de 2005 en la costa de Ribadeo y se saldó con seis marineros muertos, dos desaparecidos y uno rescatado. Al igual que en el caso del O Bahía, la Comisión Permanente de Investigación de Siniestros Marítimos apunta como principal causa del suceso la falta de estabilidad producida” por los efectos de la inundación de los parques de pesca y de los espacios situados bajo la cubierta principal del buque que” pero aclara que “el embarque de agua se vio favorecido por el aumento de calado debido al incremento del peso en rosca causado por las modificaciones realizadas en la disposición general del buque”. Estos cambios provocaron un aumento del peso de 9,3 toneladas –un 12,7% sobre el original–   y que su centro de gravedad se eleva 16,2 centímetros. El informe descarta otras posibilidades del naufragio como una vía de agua, el abordaje o golpe con objetos a flote o sumergidos o la posible acción de cetáceos de grandes dimensiones y peso pues la inspección del casco del buque reveló que “estaba intacto, sin que se apreciaran grietas, abolladuras o signos de impacto”.

Sombriza




Esta pequeña embarcación matriculada en Viveiro se hundió el 7 de enero de 2008 frente a la costa de O Vicedo cuando sus dos tripulantes se disponían a calar las nasas entre Punta Chirlateira y Punta Camedo. Como consecuencia del hundimiento fallecieron los dos marineros de la embarcación. La investigación del incidente determina que el buque naufragó como consecuencia de una vía de agua aunque no ha podido establecer qué elemento ocasionó el impacto que perforó el forro del barco. Las condiciones en el momento del siniestro no eran adversas pero, a pesar de que la embarcación cumplía con las condiciones de seguridad marítima exigidas, no se hizo uso del equipo de VHF ni del material de salvamento que llevaba a bordo.


Cordero




El arrastrero ribeirense zozobró el 15 de enero de 2008 frente a Cabo Prior y en el siniestro murió un tripulante, cuatro fueron dados por desaparecidos y tres pudieron ser rescatados. Según el informe de la comisión del Ministerio de Fomento que investigó el incidente, la inundación progresiva de los espacios interiores del pesquero, al registrarse una entrada de agua en el parque de pesca proveniente del sistema de baldeo, provocó su hundimiento. El informe aclara que las bombas destinadas a achicar el agua no pudieron cumplir su objetivo “bien por fallos en su funcionamiento o por falta de capacidad”. El resultado de la investigación también concluye que, como explicó LA OPINIÓN tras el naufragio, el GPS de la radio baliza no funcionó correctamente y que los pesqueros no mantuvieron la escucha obligatoria del canal 16 de VHE. Además, en la actuación de los marineros ante la emergencia, no pudieron zafar una de las balsas salvavidas “a pesar de intentarlo” y un chaleco salvavidas no se infló correctamente.


La publicación de los informes de accidentes marítimos es uno de los cambios propuestos por la nueva Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos que, desde el año pasado, ya no depende de Marina Mercante aunque sigue vinculada al Ministerio de Fomento.


Los responsables de las investigaciones esperan sacar en los próximos meses las conclusiones de accidentes como el del Hermanos Landrove, el pasado 8 de septiembre, que volcó repentinamente a 16 millas de Cabo Prior arrojando al mar a sus siete tripulantes, con el resultado de seis rescatados y un fallecido. La comisión también investiga los sucesos de los siguientes pesqueros gallegos: el José Almuíña, el Rosamar, el Monte Galiñeiro, el Canconio, el Villade Aguete, el Furacán y el Nosa Cantiga.


[Faro de Vigo, 24/22/2009].

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