De la decisión del concesionario de no perseverar en el proyecto del Terminal 2 del puerto de Valparaíso, se desprende un aprendizaje para el futuro
El Estado, a través de la Empresa Portuaria de Valparaíso, llamó a una licitación para ampliar su puerto, de acuerdo con la ley de puertos y dentro de sus atribuciones. Un inversionista se presentó y se adjudicó el contrato de concesión de buena fe.
Hubo un proceso de evaluación ambiental, a través de los órganos competentes del Estado, siguiendo la normativa vigente, y hubo opositores que ejercieron sus derechos legítimamente. Aun así, el proyecto finalmente no se hará. …
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