Sin embargo, el puerto sigue patas arriba a causa de la profundidad de la contaminación. Están sustituyendo todas las tuberías de conducción y suministro; están procediendo, de noche, a aspirar el fuel que se filtró en el subsuelo; y siguen extendiendo barreras de contención dentro y fuera del puerto.
Los tubos sonda que habían instalado a lo largo del muelle de poniente con el fin de poder bombear el fuel del subsuelo se han simulado como si fueran simples arquetas similares a las de agua o teléfono.
Sólo dos posiciones de suministro de combustible están operativas de las diez posibles. En ocasiones, cuando se aplica soplete en algunas tuberías que aún tienen restos de fuel, se producen pequeños incendios y las sirenas de los bomberos, acudiendo prestos al lugar, congregan a numerosos curiosos. Al parecer, ningún periodista entre ellos que informe a los ceutís de lo que acontece.