Entrevista del Clúster Marítimo Español con Guillermo Ulldemolins, investigador de Movilidad Sostenible y del Futuro en AIMPLAS, empresa recientemente asociada al CME.

 

¿Cuál es el nombre y actividad de su empresa?
AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, es un centro tecnológico y que como tal se dedica a la I+D+i relacionada con los materiales poliméricos y composites. Nuestra actividad está relacionada con nuestra misión: aportar valor a las empresas para que creen riqueza y dar respuesta a los retos sociales para mejorar la calidad de vida de las personas y garantizar la sostenibilidad medioambiental.

Somos una entidad sin ánimo de lucro perteneciente a la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana, REDIT y ofrecemos a la industria de los plásticos soluciones integrales: desde proyectos de I+D+i hasta formación y servicios de inteligencia competitiva y estratégica, pasando por otros servicios tecnológicos como los análisis y ensayos o el asesoramiento técnico.

 

¿Cómo y cuándo nace la compañía?
AIMPLAS nace en 1990 fruto de la colaboración público-privada con apoyo por parte de la administración autonómica. El objetivo era crear una entidad de apoyo al sector del plástico más cercana a las empresas que otro tipo de centros de investigación más básica y distinta de las entidades privadas por el hecho de carecer de ánimo de lucro.

 

¿Cómo ha evolucionado la compañía hasta nuestros días y cuáles son sus principales magnitudes?
Desde su creación, AIMPLAS ha crecido en personal e instalaciones para ofrecer nuevos servicios que se adapten a las necesidades de las empresas. Concretamente, en los diez últimos años, AIMPLAS ha duplicado sus ingresos y también sus clientes y su plantilla, hasta superar los 17 millones de euros de facturación, las 200 personas contratadas, rozar los 3000 clientes y los 1500 proyectos de I+D+i. Además, en 2021 hemos alcanzado las 750 empresas asociadas.

 

¿Cuál es su estructura hoy y principales áreas de negocio?
Nuestros servicios se desarrollan alrededor de cuatro grandes áreas: proyectos de I+D+i, servicios tecnológicos y asesoramiento técnico, formación y servicios de inteligencia competitiva y estratégica.

 

¿Cuáles son los principales objetivos y valores sobre los que se sustenta?
Además de apoyar a las empresas en su actividad, también tenemos como misión dar respuesta a los retos sociales a través de la I+D+i mejorando la calidad de vida de las personas y asegurando la sostenibilidad medioambiental.

 

¿Qué aspectos hacen destacar a su empresa en el sector naval?
La actuación de AIMPLAS en el sector naval siempre se establece desde el punto de vista de los materiales. Como centro tecnológico es capaz de desarrollar nuevas tecnologías de procesado que permitan la obtención de nuevos materiales acordes con los requisitos que exige el sector. AIMPLAS tiene una dilatada experiencia en el procesado y desarrollo de materiales de altas prestaciones tales como los composites termoplásticos o termoestables dotándolos de propiedades tan importantes como pueden ser la retardancia a la llama, la conductividad, el apantallamiento electromagnético, reducción de firma acústica o la modificación de propiedades mecánicas. Los desarrollos como centro están vinculado tanto a nivel naval y de defensa como a plataformas offshore.

AIMPLAS se sitúa a la vanguardia en cuanto al desarrollo de nuevos materiales y se apoya en las empresas más punteras del sector naval para cubrir sus necesidades.

 

¿Cuáles han sido los principales hitos logrados por la compañía?
En el área de servicios tecnológicos, destacaría 1993 como el año en el que conseguimos la primera acreditación ENAC (Entidad Nacional de acreditación) para nuestros laboratorios y desde 1997 somos el primer laboratorio español con mayor número de acreditaciones ENAC para el sector del plástico. Y en 2021 superamos los 5600 servicios de análisis, ensayos y asesoramientos técnicos realizados como los de procesado y prototipado de composites o su caracterización que son solicitados por empresas del sector naval. Un ejemplo de asesoramiento técnico en el sector portuario fue el del faro de Valencia, el primero fabricado íntegramente con materiales composites y que en 2016 recibió el premio a la innovación en la categoría de infraestructuras en los JEC World 2016 Innovation Awards, los galardones más importantes del mundo en el ámbito de los materiales compuestos.

En lo que respecta a proyectos de I+D+i, en 1998 coordinamos nuestro primer proyecto europeo y en 2006 fuimos destacados como el primer centro español en retorno de inversión procedente de proyectos europeos y en 2016 iniciamos la primera anualidad de Repescaplas, nuestro primer proyecto de basuras marinas. Después ha habido otros como Oceanets, que en 2020 recibió el premio QIA España, entre otros galardones. También fue el año en el que firmamos los Principios para un Océano Sostenible del Pacto Mundial. En 2021 realizamos un total de 255 proyectos de I+D+i. Relacionados con el sector naval, destacan proyectos como Blindadoli, que permitió desarrollar un blindaje de altas prestaciones y bajo peso gracias a los materiales compuestos para aumentar la seguridad de embarcaciones como pesqueros, patrulleras del ejército o guardia costera. O el proyecto XXL Refresh, cuyo resultado fue un innovador sistema modular de contenedores para transportar agua dulce por el mar para abastecer poblaciones costeras o islas con pocos recursos hídricos. También hemos desarrollado nuevos materiales plásticos y recubrimientos para mejorar las prestaciones y la seguridad en parques eólicos flotantes off-shore en el marco del proyecto europeo Flotant.

 

¿Cuáles son las últimas novedades implementadas en su portfolio?
Recientemente hemos iniciado nuestra participación en el proyecto ÑCostas, cuyo objetivo es valorizar las basuras marinas en forma de nuevos productos reciclables y por lo tanto sostenibles medioambientalmente. Además, relacionados con el medio marino hemos iniciado otros proyectos como uno cuyo objetivo es analizar la biodegradación, desintegración y eco-toxicidad de los biopolímeros en el medio acuático u otro que va a permitir extraer bioactivos y compuestos de alto valor añadido para producir nuevos productos nutracéuticos y cosméticos a partir de subproductos de toda la cadena de valor de la industria pesquera, desde los orgánicos del propio pescado pasando por sus envases y las redes de pesca.

 

¿Cuál o cuáles son sus principales retos de futuro?
La sostenibilidad y la seguridad son los principales retos del futuro del sector naval. La reducción de emisiones contaminantes es uno de las retos o desafíos tecnológicos de la actualidad y del futuro. La captación, producción y distribución de energías renovables así como la electrificación del sector se sitúan dentro de la hoja de ruta definida en el marco europeo, por lo que su relevancia esta muy presente en los planes de actuación. En cuanto a la seguridad, el auge de nuevos sistemas de propulsión por hidrógeno o la propia electrificación y digitalización deben alinearse con la seguridad abordo y offshore.

Tanto en el marco de la sostenibilidad como en la seguridad el desarrollo de nuevos materiales va a tener una gran relevancia a la hora de abordar estos retos tecnológicos.

 

¿Cuál es su visión sobre la situación actual del sector marítimo?
El sector marítimo se encuentra actualmente en un punto de transición en el cual se debe orientar a la diversificación hacia nuevos productos, definiendo una hoja de ruta para establecer la digitalización y alcanzar un sector más sostenible medioambientalmente. Para conseguir cada uno de estos pilares, es necesaria la contribución y el trabajo sinérgico entre la comunidad científica y la comunidad industrial. Los nuevos desarrollos llevados a cabo por el sector I+D tienen que ir de la mano de las empresas industriales sectoriales que pongan en valor esos desarrollos y que orienten su actividad a la puesta en marcha de estas soluciones desarrolladas. Fuentes de financiación tales como los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) son un gran instrumento para potenciar estas actividades y fomentar el crecimiento económico.

 

¿Cuál ha sido su principal motivación para unirse al Clúster Marítimo Español como socio?
El Clúster Marítimo Espalo es una agrupación de todas las industrias, servicios y actividades económicas que engloban el sector marítimo. Pertenecer a esta agrupación es estar en contacto directo con el sector y permite la retroalimentación constante de las empresas que lo componen. Como centro de investigación que es AIMPLAS es necesario ese contado estrecho con la comunidad industrial para cerciorase de las necesidades que presenta o la hoja de ruta marcada y, de esta forma,  poder orientar nuestras líneas de investigación con la finalidad de llegar a plantear nuevas soluciones tecnológicas, innovadoras y fiables. La existencia de plataformas como lo es el CME ofrece una herramienta muy potente a la hora de generar un crecimiento sectorial con alto valor añadido.

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