La obligada liberalización de la estiba en los puertos españoles (por imperativo del Tribunal de Luxemburgo), lejos de encarar una vía de salida, se embrolla cada vez más con propuestas, aplazamientos, convocatorias, desconvocatorias y debates fallidos. Tras la propuesta del Gobierno y la suscrita por los sindicatos de la estiba, ayer la patronal, la Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Consignatarias (Anesco), presentó la suya propia, en la que plantea una rebaja del 30% de la masa salarial, hacerse cargo de toda la organización del trabajo, aumentando incluso la jornada laboral y cambiando profundamente aspectos del convenio colectivo y sin garantizar la subrogación de los 6.150 empleados. ¿El resultado? Un cierre precipitado de la reunión, apenas hora y media después de comenzada, un colectivo -el de los trabajadores- desairado, y una negociación estancada.
La indignación de los estibadores se debe a que Anesco recuperó una vieja propuesta. Tan vetusta que se remonta a los tiempos en los que ni siquiera había aparecido en escena el ministro De la Serna con su real decreto ley. Es incluso la más vieja de todas, porque fue la primera que presentó Anesco a los trabajadores cuando empezaron a negociar la liberalización del sector. «En lugar de partir de posiciones ya discutidas, porque ya se habían alcanzado algunos consensos y acuerdos, en lugar de avanzar como hemos hecho nosotros, han vuelto a la casilla de salida», explicó Ernesto Gómez, negociador por parte de CCOO.
«Ocasión de oro»
Para Antolín Goya, líder de La Coordinadora, el principal sindicato de la estiba, el planteamiento de Anesco «imposibilita el acuerdo», porque «choca frontalmente» con el objetivo del mantenimiento del empleo. Claro que, a su juicio, si la patronal ha hecho esa oferta es por la «ocasión de oro» que el Gobierno ha dado a las empresas de rescatar la antigua propuesta al afirmar que no se puede garantizar por ley la subrogación de los trabajadores.
Sin embargo, el director gerente de Anesco, Pedro García, ofrece una explicación distinta: que su propuesta parte de la premisa de que «las empresas tienen que ostentar la dirección y organización efectiva de los trabajos». Así es que plantean la disponibilidad plena de los estibadores, flexibilidad en los horarios del comienzo de la jornada, la posibilidad de que cambien o compartan tareas, obligatoriedad del doblaje de los turnos, modificaciones de los sistemas de descansos, aparte de la rebaja del 30% en el sueldo.
A eso se suman jubilaciones forzosas para los que puedan percibir el 100% de la pensión y prejubilaciones voluntarias con un 70% del salario.
La parte social espera que hoy se pueda desenredar parte del embrollo. Y es que, al parecer, el Gobierno dispone ya de datos concretos sobre el número de trabajadores afectados por prejubilaciones y la cuantía de la ayuda y quizá pueda ayudar a encontrar una salida. Se verá la próxima semana.
Fomento mostró su decepción por el fracaso de la reunión de este miércoles y criticó «las posturas poco flexibles de las partes», que llevan ya más de dos años de negociación. Incluso cargó con la propuesta de Anesco, que empeora la oferta del Gobierno, que sí ofrece el mantenimiento del empleo aunque no en una fórmula con rango de ley. Ese enroque dio pie a De la Serna a pedir apoyo a los grupos políticos para remediar esa imposibilidad de acuerdo y evitar al multa.
Karima Delli dice a De la Serna que le llame si tiene dudas sobre cómo subrogar operarios
Los trabajadores difundieron ayer una carta de la presidenta de la Comisión de Fomento y Turismo del Parlamento Europeo, Karima Delli, al ministro Íñigo de la Serna en la que muestra su preocupación por las reticencias a garantizar la subrogación de los trabajadores en el nuevo modelo de gestión de la estiba en los puertos. Delli insta a Fomento a que el futuro marco legislativo no solo subrogue a los actuales empleados, sino que se respeten completamente las condiciones laborales y sociales y la continuidad en el empleo. Pide, además, que esa garantía se recoja en un «instrumento legislativo», para mantener la estabilidad en un sector tan estratégico como la estiba. Y si De la Serna tiene alguna duda sobre cómo hacerlo, «por favor no dude en contactar conmigo», concluye la presidenta de la citada comisión de la Eurocámara.
Uso partidista del cargo
La insinuación de Delli ha molestado a Fomento tanto como la divulgación de la misma por parte de los sindicatos. Desde el departamento de De la Serna aseguran que no la han recibido, al tiempo que restan validez a la misma, pues Karima Delli «no tiene ninguna competencia en el proceso abierto tras la sentencia». Critican a la eurodiputada por hacer uso personal de su cargo en la institución, dado que el asunto, aseguran, no ha sido tratado en la Comisión de Fomento, y le recuerdan que ella debería saber que la Comisión Europea no permite la subrogación de los estibadores.
Fuente: LA VOZ
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/economia/2017/03/23/empresas-estibadoras-proponen-bajar-30-salario-trabajadores/00031490267898666838845.htm