NAUCHERglobal.- El 15 de febrero se comunicó que el Ministerio de Fomento aplazaba la presentación de la modificación de la Ley Portuaria al Consejo de Gobierno del 17 al 24 de febrero. La presión ejercida por los grupos de la oposición en el Congreso de los Diputados fue clave en la toma de esta decisión.

Debido a este aplazamiento, los estibadores tomaron la decisión de cancelar su convocatoria de huelga para los próximos 20, 22 y 24 de febrero. Este hecho, aunque aparentemente es un consuelo para los exportadores e importadores, que temían por los embarques y descargas previstos para los próximos días, no deja sino que parecer una forma de posponer un conflicto inevitable.

Se habla ahora de negociaciones entre patronal y sindicatos, también de que el Gobierno dispone así de algo más de tiempo para llevar de Europa más contenido a la mesa de negociación. Es decir, más concesiones para poder proponer en caso de que la negociación se complique y se alargue como se prevé.

El problema es que la actividad aún no ha vuelto a su total normalidad, principalmente debido al overbooking de las navieras en la exportación, y a la ralentización del trabajo en los puertos en las últimas semanas.

Nos informan los transportistas de que los contenedores vienen tarde a los almacenes de las empresas a cargar, alegando que los barcos llevan retrasos en cargar contenedores y que no dejan entrar a los que llegan a puerto a escalar hasta que no se han ido los anteriores. Por ejemplo, ayer mismo, 16 de febrero, por la tarde comentaban desde el puerto de Valencia, que aún sigue en parte colapsado.

Aunque parece que las rutas se vuelven a retomar en condiciones semejantes anteriores al anuncio de la huelga, ya hay buques desviados, o no escalados, o que llegan con retraso.

Esta situación, en cuestión de días, volvería a su total normalidad sino fuera por el recelo de una huelga que aún amenaza con retomarse en las próximas semanas.

Se habla entre transitarios de “guerra ineludible aunque se haya pactado un armisticio”, por lo que habrá que estar atentos a la resolución y al entendimiento de todos los intervinientes lo antes posible.

Un aplazamiento de hostilidades, no garantiza que se haya solucionado el conflicto, lo que hay que desear es una solución satisfactoria para todas las partes cuanto antes, y que el miedo y la incertidumbre actual en el tránsito de mercancías, den paso a una nueva etapa de confianza en los medios de transporte disponibles, garantizando una distribución física de calidad por la que apostar, porque se permita un desarrollo del comercio internacional basado en la seguridad de un sistema que funciona, a pesar de los riesgos lógicos asociados.

Fuente: NAUCHERglobal
http://www.naucher.com/es/actualidad/huelga-de-estibadores-desconvocada-o-aplazada-la-amenaza-que-prosigue/_n:5998/

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