diariodenautica.- La incorporación de la Terapia Marina a la vida cotidiana tiene un efecto muy positivo en la salud, estado físico y calidad de vida de las personas de cualquier edad, gracias al aporte de sales minerales biodisponibles y oligoelementos naturales, que contribuyen a la salud orgánica a través de la renovación celular y de la nutrición celular completa.

El organismo se debilita por distintos motivos: deshidratación, contaminación múltiple, carencias nutricionales y enfermedades, y el agua de mar bebible, regenera y aporta al sistema celular su equilibrio y vitalidad.

Desarrollada por el biólogo y fisiólogo francés Rene Quinton, a finales del siglo XIX, la terapéutica marina es una técnica de nutrición celular global, avalada por más de cien años de clínica hospitalaria, que demuestra una gran eficacia en el tratamiento de enfermedades en el ámbito de la gastroenterología, la odontología, la pediatría, la ginecología, la medicina deportiva, la oftalmología, la fisioterapia respiratoria, la reumatología, la endocrinología, etc

René Quintón observó que los seres humanos somos un “acuario marino viviente” en el que las células nacen y viven bajo las mismas condiciones acuáticas que aquéllas donde surgió la célula primitiva, hace millones de años, y descubrió que la vida animal, nacida en el mar, tiende a mantener las condiciones de sus orígenes, a pesar de las variaciones durante el tiempo, definiendo la enfermedad como una alteración de ese medio primigenio fundamental.

A partir de esta teoría científica, René Quinton constituyó su terapéutica básica: reconstituir la célula dañada utilizando agua de los océanos, un medio vital cuya mineralización sigue siendo idéntica a nuestro medio interno. Sus capacidades terapéuticas se basan en el hecho de que la calidad del agua orgánica es esencial para mantener el equilibrio hidromineral de nuestras células. Éstas se alimentan a partir de los líquidos extracelulares y de los iones que circulan a su alrededor.

En el agua de mar no solo están presentes y de manera sinérgica los elementos indispensables para la vida sino que, además, están de una manera biodisponible. El aporte mineral que ofrecen los alimentos –frutas, verduras, carne, pescado…- se ha degradado en los últimos años en cantidad y calidad, debilitando el sistema inmunitario del ser humano y creando diversas sinergias nocivas para el organismo. Sin embargo, existe en la Tierra una segunda cadena alimentaria, que puebla de forma natural los océanos, y de la cual se pueden extraer los nutrimentos minerales, entre otros, que no ofrece la alimentación industrial.

El fitoplancton, la biomasa más importante del planeta, modula, gracias al proceso de fotosíntesis bajo la acción del sol, todos los minerales existentes y los transfiere al agua de mar. El zooplancton se alimenta de este “huerto biológico marino natural” creando a su vez una masa de elementos biodisponibles para el organismo humano, gracias a la biocenosis marina, que transforma los elementos minerales no biodisponibles en elementos minerales biodisponibles.

El agua de Mar aporta todos los minerales y los elementos traza necesarios para la regeneración y la nutrición celular de forma biodisponible y sin antagonismo debido a su concentración análoga a la de nuestros líquidos internos. Los iones, que solo están presentes en la fase líquida, son elementos químico-electrónicos naturales que actúan por efecto sinérgico en simbiosis natural con nuestro organismo y cuya formulación mineral de sus líquidos es idéntica a la del agua de Mar.

Fuente: diariodenautica
http://www.diariodenautica.com/la-terapia-marina-nos-mantiene-sanos-y-mejora-el-tratamiento-de-muchas-enfermedades

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