LA VOZ.- El patrón de una lancha de Ribeira nadó medio kilómetro y corrió dos para alertar de que sus compañeros aún estaban a la deriva

10El puerto de Ribeira fue ayer escenario de un rescate de Salvamento Marítimo, que no acabó en tragedia gracias al azar pero también a la gesta del patrón de la embarcación Guiomar Un, que zozobró por un repentino golpe de mar. Adán Pena, el patrón, zarpó del muelle ribeirense a primera hora de la mañana con los otros dos marineros que conforman la tripulación de la Guiomar Un. Se dirigían a la zona de Anquieira, en la playa de O Vilar, a pesar de que el mal tiempo no invitaba a hacerse a la mar. Es más, ayer apenas salieron cuatro embarcaciones a faenar.

Salvamento remolca una embarcación que estuvo a punto de naufragar

Sobre las diez de la mañana, mientras Adán Pena estaba sumergido en el agua buscando erizo, un golpe de mar envolvió su bote, que, según palabras del mismo patrón, «envorcou e pola mesma forza da auga púxose do dereito sola». Los dos tripulantes se fueron al agua, y Pena, al subir a la superficie, comprobó que estaban bien y nadando hacia la embarcación. La orden, con los tres marineros ya a salvo, fue clara: «Acender o motor e chegar a terra». Pero la maquinaria no arrancaba y los teléfonos, empapados, tampoco funcionaban. Fue ahí cuando Adán Pena vio clara la solución. No lo dudó y, tras pedir a su tripulación que esperase en el Guiomar Un, se echó al agua. El destino era la costa, que estaba a medio kilómetro a nado con un mar agitado por un temporal. Adán, tras completar el recorrido, llegó a la costa, pero no había nadie a quien alertar. Se echó a correr y llegó a una planta de cría de rodaballo situada a dos kilómetros de O Vilar, pero tampoco encontró a quién pedir auxilio, así que siguió corriendo hasta la conservera Ignacio González Montes. Allí sí encontró el teléfono que necesitaba. Tras alertar de la situación, regresó a la playa, pero no encontró nada ni vio a nadie. El mundo se le vino encima, al temerse lo peor.

Lanzamiento de bengalas

Ocurre que sus dos compañeros, mientras Adán Pena completaba su particular duatlón de supervivencia, lanzaron dos bengalas. Un vecino que paseaba por la costa las vio y alertó a Salvamento Marítimo, que movilizó a la Salvamar Sargadelos en su ayuda. La lancha remolcó a la Guiomar Un y rescató a los dos tripulantes.

Cuando estos llegaron a Ribeira, ya estaba allí el patrón, en medio de un despliegue de emergencia con agentes de la Policía Local, de la Nacional y Gardacostas. Uno de los marineros presentaba síntomas de hipotermia, pero no quiso recibir asistencia médica en el puerto.

Pena, aún tuvo fuerzas de, prácticamente él solo, subir el bote a un remolque y pasar página de un susto que pudo acabar en tragedia. Al final, y con los ánimos más en frío, reconoció: «Fixen o que puiden para salvar á tripulación. O peor foi non velos cando estaba en terra, pensei que morreran, pero, por sorte, xa foran rescatados».

Fuente: LA VOZ
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/maritima/2017/02/01/span-langglfixen-puiden-salvar-a-tripulacionspan/0003_201702G1P31994.htm

 

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