LA VOZ.- La niebla y el exceso de velocidad son las principales causas apuntadas por las autoridades lusas como motivo del accidente

Como todos los días, a las ocho y media de la mañana de ayer, un ferri de la empresa Soflusa cubría el trayecto entre la ciudad dormitorio de Barreiro y Lisboa, en la otra orilla del Tajo. A bordo, cuatro tripulantes y 561 pasajeros, la mayoría empleados que se dirigían a su puesto de trabajo, que vieron su rutina interrumpida cuando la embarcación en la que navegaban chocó violentamente contra uno de los muelles de la estación de Terreiro do Paço, a pocos metros de la Plaza del Comercio. Treinta y cuatro personas resultaron heridas leves, entre ellas una embarazada a punto de dar a luz. Aunque ninguno de los lesionados lo está de gravedad, 13 están ingresados en varios hospitales de la capital portuguesa.

La niebla y el exceso de velocidad son las principales causas apuntadas por las autoridades lusas como motivo del accidente. La empresa Transtejo, propietaria del barco, que se encuentra en un proceso de reestructuración interna, confirmó ayer por la tarde que los próximos días estará listo el informe de emergencia que se está realizando para determinar cuáles fueron los motivos que provocaron el accidente. João Bagarrão, administrador de Soflusa, aseguró que «nuestro barco cumplía todos los requisitos de seguridad, tenía radar y control de velocidad, como el resto de nuestros catamaranes que todos los días hacen el mismo trayecto».

Exceso de velocidad

Los afectados por el espectacular accidente y las decenas de testigos que vieron el choque desde la Plaza del Comercio no opinan lo mismo. Luis Jacinto, que iba en el barco, narró a una televisión lusa «la excesiva velocidad que llevaba, algo que no es la primera vez que ocurre».

El capitán del Puerto de Lisboa, José Isabel, avanzó que, pese a la aparatosidad del choque, el barco no está muy dañado. Para Isabel este tipo de sucesos «nos pone en alerta sobre las medidas que debemos tomar para evitarlos, ya que todo indica que en este caso hubo exceso de velocidad». Aunque la niebla es otro de los motivos apuntados, José insiste «en esta época del año es muy habitual en Lisboa que haya niebla a primera hora de la mañana y oleaje y no nos podemos permitir poner en riesgo la seguridad de los miles de viajeros que utilizan los catamaranes cada día entre una orilla y otra del Tajo».

Se calcula que unas 50.000 personas utilizan diariamente los cacilheros para ir a trabajar desde Barreiro, Seixal y Almada.

Fuente: LA VOZ
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/maritima/2017/01/26/ferri-561-pasajeros-choca-contra-muelle-lisboa-34-resultan-heridos/0003_201701G26P31994.htm

 

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