Galicia destaca respecto del resto de comunidades del caladero de Cantábrico-Noroeste por su flota del censo de artes menores: 3.840 unidades, que representan un 92 % del total del norte de España y suponen uno de los mayores porcentajes regionales de la Unión Europea. De ellas, 3.795 tienen menos de 12 metros de eslora, con lo que el 96,15 % cumplen el criterio de la Comisión Europea, que zanjó el debate sobre la definición de pesca artesanal calificándola por su longitud.
Otra singularidad de Galicia es que hay 297 embarcaciones del censo de artes menores que solo se dedican a marisqueo a flote y a recursos específicos, sin realizar ninguna otra pesca, con lo que los barcos gallegos del censo más artesanal serían exactamente 3.543.
El registro de buques de Galicia tiene censados un total de 4.338 barcos, 3.706 con una eslora igual o inferior a 12 metros; esto es un 85,43 % de todos los gallegos. Si se desglosa un poco más la flota artesanal gallega según su eslora, se observa que 2.445 son iguales o menores de 6 metros (un 65,97 %), 915 miden entre 6 y 9 metros (24,69 %) y 346 son mayores de 9 e inferiores a 12 metros (9,34 %).
El pulpo, la principal pesquería
Por modalidades de pesca, de las 3.706 embarcaciones de hasta 12 metros, 3.692 se dedican a artes menores, 13 a cerco y uno a palangre de fondo.
En Galicia, la pesca se gestiona con permisos de explotación (pérmex), que se otorgan a las embarcaciones y permiten la pesca en aguas autonómicas. Cada embarcación de Galicia puede disponer de hasta un máximo de cinco artes diferentes en su pérmex. Para las que hay un mayor número de autorizaciones son el marisqueo a flote (2.507), nasa para nécora y camarón (2.335), línea o cordel (1.267), nasa para pulpo (1.099), trasmallos (938), miños (805), palangrillos (678), vetas (670) o percebe (562).
A pesar de estos números, la principal pesquería es la del pulpo, para la que disponen de autorización unas 600 embarcaciones, que capturan unos dos millones de kilos al año y facturan más de 10,5 millones por campaña.
Factura por ventas
Las ventas por pesca fresca en Galicia durante el 2015 revelan que el 85,4 % de flota artesanal captura un 10 % de los kilos y factura el 24 % del total, con un precio medio de 5,19 euros por kilo. El 14,6 % restante, la flota de mayor tamaño, captura un 90 % de los kilos y genera un 76 % de la facturación, con una media de 1,85 euros por kilo. Es decir: a mayor tamaño de barco, más capturas, pero menor rentabilidad económica. Otra conclusión que se obtiene es que las especies de costa, diversas y apreciadas por el consumidor, tienen un valor medio superior a las de altura y gran altura. La práctica totalidad de las capturas de la flota artesanal van para consumo en fresco, mientras las flotas industriales destinan la mayoría a la transformación. En Galicia, la pesca artesanal sobresale por el aspecto social y cultural, que ha impregnado de cultura de mar generación tras generación y ha ayudado a asentar población en comarcas alejadas de los principales centros industriales, convirtiéndose en su principal motor económico.
La búsqueda del relevo generacional
La pesca artesanal cuenta con gran variedad de flotas, que aunque poseen una demostrada capacidad extractiva, su viabilidad económica está condicionada por el estado de los recursos y el sistema de TAC (totales admisibles de capturas) y cuotas.
En ese contexto, en la política pesquera común es necesario un estudio más pormenorizado del impacto socioeconómico de las flotas. No parece adecuado que una única política tan generalista pueda ser idónea para pesquerías tan distintas, unas industriales con gran capacidad de capturas, y otras artesanales con menor capacidad pero con más impacto en zonas costeras.
Las flotas más pequeñas se quejan de que la UE y su política de pesca responden a las influencias y fuertes presiones de los lobbies de la pesca industrial y olvidan el aspecto más social de la artesanal. Repetitiva es la demanda de que las capturas accidentales queden fuera del sistema de cuotas.
Es fácil de calcular si una embarcación industrial sujeta a cupos individuales tiene posibilidades suficientes para ser rentable económicamente. En la pesca artesanal destaca la gestión conjunta y solo algunas pesquerías están en el sistema de TAC, y otras especies son de pesca accidental, por lo que es mucho más difícil de predecir su viabilidad económica.
La estructura empresarial de la flota artesanal es de microempresas, de propiedad familiar, en muchos casos con empleos familiares, con salarios a la parte, por lo que todos son partícipes de lo que se pesca y cómo se vende.
Es imprescindible demostrar que la flota artesanal tiene futuro, y convencer a las nuevas generaciones que podrán vivir dignamente de la pesca, para acelerar un relevo generacional estancado y que será más pronunciado en los próximos años por las perspectivas demográficas.
Titulaciones polivalentes
Debería facilitarse la obtención y validez de titulaciones polivalentes para mejorar la empleabilidad y que algunas flotas no tengan problemas para cumplir las exigencias de tripulaciones mínimas y perfiles de mandos.
La obligación de desembarque afectará de forma muy importante a las pequeñas flotas por falta de infraestructuras en sus puertos y en las cuotas de algunas especies. Los nuevos reglamentos de medidas técnicas, de control, de mercados? no dejan de evidenciar que existe demasiada regulación y burocracia que afecta a la competitividad de las flotas.
Es necesario impulsar la cogestión de los recursos y conseguir una buena colaboración entre el sector, la Administración y los científicos para defender objetivos comunes. Por la excelente calidad de los productos de la flota artesanal y su relación calidad-precio, así como la cultura de productos gourmet, toca apostar por la «defensa de lo local en un mercado global».
Unas 70.000 lanchas y 90.000 empleos en la UE
La flota artesanal europea está formada por 70.000 embarcaciones, más del 70 % de los pesqueros, y genera un 27 % de los desembarques. Representa un 10 % del arqueo bruto y un 35 % de la potencia motriz. Más del 90 % de los barcos utilizan artes fijas de enmalle, anzuelo y palangre, o nasas y trampas. Más de la mitad son de madera, escasean los de acero y la tendencia es la construcción en fibra.
La mayoría opera en el sur de Europa: Mediterráneo (Grecia, Italia, Francia y España), Adriático (Italia y Croacia), y la cuenca atlántica (Francia, 1.160 barcos; España, 5.500, y Portugal, 7.400). La pesca artesanal genera 90.000 empleos, y la de más de 12 metros, 78.000. El valor medio de las capturas por tripulante son 23.000 euros para los artesanales y 75.000 en el resto.
Fuente: La Voz de Galicia
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/maritima/2016/09/04/nueve-diez-barcos-artesanales-norte-espana-pescan-galicia/0003_201609G4P36991.htm
