Cómo mantener el trabajo de más de 200 mariscadores que dependen de una ría para vivir cuando una parte importante de los bancos marisqueros son declarados zona C, es complicado. Cada Gobierno autonómico ha optado a lo largo de los años por diferentes medidas, ajustándose también a los tiempos de crisis y viendo que el fin de la red de saneamiento integral no iba a ser inmediata.
Durante la legislatura del bipartito PSOE-BNG, se optó por impedir la extracción de marisco de zona C a cambio de pagarle a los mariscadores por labores de regeneración de la ría.
Con la llegada del PP a la Xunta y el inicio de los años más duros de la crisis, se cambió este modelo y la consellería puso en marcha como alternativa las bateas depuradoras, unas infraestructuras situadas a la entrada de la ría y que permiten depurar durante quince días el marisco extraído en zona C.
Sin embargo, este sistema no acaba de convencer a los socios de los pósitos que, denuncian por un lado, que el precio que esta almeja alcanza en lonja es mucho más bajo que si fuese fresco y por el otro, explican, que cuando la mortandad del producto no supera el 10 %, la Xunta no se hace cargo de las pérdidas.
Sin embargo, para la consellería el funcionamiento de las bateas es todo un éxito, que ha permitido que el año pasado el nivel de capturas y ventas se igualase al que había diez años atrás. Desde que se pusieron en marcha las bateas se comercializaron 480.000 kilos de molusco.
Fuente: La Voz de Galicia
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/ferrol/ferrol/2016/06/19/sistema-bateas-depuradoras-trabajos-recuperacion-remunerados/0003_201606F19C1994.htm
