Según las estadísticas hechas públicas por el organismo Puertos del Estado, el conjunto de 28 autoridades portuarias han tenido un movimiento en estos diez meses de 417.411.388 toneladas, 15.625.307 más que el año pasado. Sin embargo, los números de octubre hacen presagiar la dificultad de llegar al tráfico récord y superar los 500 millones de toneladas previstas tan sólo hace unos meses.
En el conjunto anual, el crecimiento del tráfico portuario se ha visto impulsado en gran parte por los graneles, sobre todo los sólidos gracias al auge de los últimos meses de materiales de construcción. Así, el movimiento de sólidos se ha visto aumentado en un 7,23% con 79,33 millones de toneladas. También ha experimentado mejora el granel líquido, en su caso del 4,84% en el acumulado del año, con 140.004.853 toneladas. Respecto a la mercancía general, ha crecido de enero a octubre de forma moderada, con el 2,29%, y 186.798.576 toneladas juntando contenerizada y convencional.
Las cifras de movimiento de septiembre han ralentizado precisamente el conjunto del tráfico de contenedores, con un movimiento global de 11,9 millones de TEUs, cifras muy parejas a las del año pasado, pero que descienden el 0,23%. El descenso del 2,80% de los contenedores en tránsito han arrastrado la cifra global, pese al notable comportamiento de los TEUs de comercio internacional (importación y exportación), sobre todo en los puertos de Valencia y Barcelona (por volumen). El descenso del global de contenedores -tanto los de import-export, como los de tránsito) en el puerto de Algeciras parecen haber arrastrado las cifras globales.
En todo caso, es el puerto gaditano el que continúa encabezando el ranking de movimiento portuario a escala estatal, con 81,1 millones de toneladas, el 1,53% más. Le siguen Valencia (con 58,8 millones, +5,1%) y Barcelona (38,8 millones, -1,29%). Tarragona, Bilbao y Cartagena disputan la cuarta posición, los tres con un movimiento superior a los 27 millones de toneladas.
En el otro lado de la balanza, hay 13 autoridades portuarias que ni siquiera llegan a un movimiento de 5 millones de toneladas y ya son cada vez más las voces desde la esfera empresarial las que reclaman un reordenamiento portuario y la desaparición de puertos de interés general que apenas generan valor añadido (más bien lo contrario) al conjunto del sistema.
