REVISTA DEL SECTOR MARÍTIMO. INGENIERÍA NAVAL. Statoil y sus socios han puesto en marcha el pasado septiembre la primera estación submarina de compresión de gas en Åsgard, en el mar de Noruega, y a mediados de octubre la estación de Gullfaks en el mar del Norte, instalaciones que tienen como objetivo alargar la producción de los yacimientos.

La estación de compresión de Åsgard añadirá unos 306 millones de barriles equivalentes de petróleo al total durante su vida productiva.

Gracias a esta solución se alcanzará un mayor rango de recuperación en los yacimientos de Midgard and Mikkel, alargando la vida productiva de las reservas hasta el 2032. A medida que un yacimiento se agota con el tiempo, la presión natural de la reserva cae. Para poder recuperar más petróleo y gas y extraerlo hacia la plataforma se requiere su compresión. Cuanto más cercano esté el pozo de compresión más petróleo y gas puede ser recuperado. Tradicionalmente las plantas de compresión se instalaban en las plataformas o en tierra, pero esta planta está localizada a 300 m de profundidad. Debido la localización, la calidad en todas las partes del proyecto han sido esenciales, y ayudará a asegurar alta regularidad, máxima recuperación y una sólida producción.

El proyecto empezó en 2005 y el plan de desarrollo y operación fue aprobado en 2012. Para el desarrollo completo se han empleado once millones de horas, se han desarrollado más de 40 nuevas tecnologías y han sido utilizadas tras los previos ensayos y verificación de resultados. El coste del proyecto supera los 19.000 millones de NOK, y se han necesitado varios buques supply para el desarrollo de los sistemas de compresión submarinos.

Las reservas de gas Midgard and Mikkel han sido explotadas mediante instalaciones submarinas. Los dos compresores de gas instalados en el fondo están ubicados cerca de las cabezas de los pozos. Ubicando el sistema de compresión de gas en la cabeza de pozo en vez de en la plataforma se aumenta substancialmente el ratio de recuperación y la vida productiva de los yacimientos. Previo a la compresión del gas, se separan líquidos y gases, que son recombinados tras aumentar la presión y transportado a través de un gasoducto de 40 km hacia Åsgard B.

Además de la mejora en la recuperación, esta solución es energéticamente más eficiente que la solución tradicional de colocar la instalación en el topside de la plataforma, ya que reduce significativamente el consumo y las emisiones de CO2 a lo largo de la vida del yacimiento.

     

Imagenes: Åsgard subsea gas compression. Fotos de Øyvind Hagen/Statoil
A mediados de octubre Statoil, junto con Petoro y OMV, también puso en marcha la estación de compresión de gas de Gullfaks en el mar del Norte. Esta instalación ayudará a incrementar la recuperación de 22 millones de barriles equivalentes de petróleo y alargará la producción de la reserva unos dos años.

El sistema consiste en una estructura de 420 t, una estación con dos compresores de 5 MW, con un peso total de 650 t, y todo el equipo necesario para el suministro de energía y el control del sistema en la plataforma.

Ambos proyectos son pioneros en todo el mundo y representan dos tecnologías diferentes de mantener la producción cuando la presión de las reservas cae tras cierto tiempo de producción. La compresión submarina tiene un impacto mayor que la compresión convencional en la plataforma, y además tiene la ventaja de aligerar de peso y espacio extra en la plataforma. Es por tanto un paso tecnológico importante para el desarrollo avanzado de una instalación completa de compresión submarina.

 

http://www.sectormaritimo.com/LISTA/detalle.asp?apt=58&id_contenido=1577

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