EUROPASUR. Un estudio fija la cuota de rentabilidad en "400 toneladas por almadraba al año", cantidad que dista de las 764,4 toneladas que han sido asignadas por el Gobierno a las cuatro almadrabas de la provincia.
La Comisión Europea de Pesca ha encargado un estudio sobre las almadrabas que recomienda al Parlamento Europeo que se les asigne cuota científica adicional para los próximos tres años para medir los efectos del plan de recuperación para el atún rojo. Asimismo, insta a asignarles una cuota que les permita ser rentables, al ser la técnica de pesca “más respetuosa con el medio ambiente y el recurso” y también la que “más empleo genera”.
Esa cuota de rentabilidad se estima en “400 toneladas por almadraba al año” en España, según recoge el estudio ‘El futuro de los métodos de pesca de atún del sector tradicional de la almadraba en la Unión Europea’, al que ha tenido acceso Europa Press.
Dicha cantidad dista de las 764,4 toneladas que han sido asignadas por el Gobierno de España en la orden de reparto de la cuota de atún rojo a las cuatro almadrabas del país, situadas en la provincia de Cádiz –211,2 toneladas para la almadraba de Barbate; 198,3 toneladas para la de Zahara de los Atunes; 162,5 para la de Tarifa y 192,2 para la de Conil–.
Entre las ocho recomendaciones que realiza el mencionado estudio, se incluye la de exigir a las administraciones pesqueras de los Estados miembro que cumplan el artículo 17 de la nueva Política Pesquera Común respecto a los criterios que hay que tener en cuenta para establecer las cuotas.
Dicho artículo establece que los Estados miembros asignen las posibilidades de pesca que tengan a su disposición “con criterios transparentes y objetivos, incluidos aquellos de carácter medioambiental, social y económicos”.
Señala que los criterios empleados podrán incluir, entre otros, “el impacto de la pesca en el medio ambiente, el historial del cumplimiento, la contribución a la economía local y los niveles históricos de capturas”. 

Acceso a subvenciones 

Expone que las almadrabas han sido excluidas de cualquier tipo de subvención a lo largo del periodo de financiación europea anterior y recomienda que puedan acceder a las nuevas subvenciones propietarios y tripulaciones, “tanto para las almadrabas en sí como para la industria asociada”.
En esta misma línea, propone al Parlamento Europeo que se favorezca la puesta en marcha y consolidación de proyectos que mejoren la generación de valor añadido y la creación de empleo, así como que se subvencione la certificación de sostenibilidad, es decir, que se usen los fondos europeos para promover la sostenibilidad de un método de pesca tradicional como son las almadrabas.
Igualmente, recomienda “proteger” a las almadrabas frente a la “amenaza” de instalaciones como parques eólicos marinos o plataformas de perforación en alta mar, para evitar y prevenir que perturben el itinerario habitual de migración del atún cuando entra en las almadrabas.
En este sentido, detalla que son un arte de ubicación fija y cualquier obstáculo físico que el atún encuentre en la ruta o que cause ruido o turbidez en el agua afecta a la entrada del atún en la almadraba.
Por último, insta a apoyar la iniciativa actualmente en proceso que decidirá si la técnica de pesca de la almadraba se incluye en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Empleo
Entre otras cuestiones, el estudio destaca que el promedio de puestos de trabajo por almadraba es de 43 personas, frente a los diez puestos de trabajo en los cerqueros dedicados a la pesca del atún rojo en el Mediterráneo, los diez puestos de cada palangrero de superficie en aguas internacionales o los seis puestos de trabajo en otros palangreros.
Recoge que en 2005 las almadrabas llegaron a emplear a 344 trabajadores, si bien los ajustes realizados por la disminución de las cuotas han reducido la cifra en un 15 por ciento. Es de los pocos sistemas de pesca que generan empleo estable –trabajo fijo por temporadas de seis meses–, regulado por contrato de trabajo. Asimismo, destaca que el sector de la almadraba es uno de los pocos sectores de pesca que tiene un convenio colectivo.
Indica que, teniendo en cuenta los empleos indirectos, puede decirse que generan unos 400 puestos de trabajo. Esta industria pesquera está verticalmente integrada con las instalaciones para procesamiento (despiece –que se conoce como ronqueo– y congelación) y conserva y su comercialización.
Sobre la evolución del mercado, indica que ha pasado de exportar prácticamente el cien por cien de las capturas al mercado japonés a destinar alrededor del 50 por ciento al mercado nacional como productos gourmet. 

Respetuoso y sostenible
Asegura el estudio que “ningún oro arte de pesca en la historia de la humanidad ha demostrado ser tan sensato, eficaz, selectivo y, sin embargo, tan sostenible y respetuoso con el medio ambiente”. A esto, añade que ofrece datos científicos “de valor incalculable” sobre la población de atún rojo a través del tiempo, estando de acuerdo la comunidad científica en utilizarlas como puntos de observación.

Por otra parte, significa que la mortalidad que causan las almadrabas a la especie es “baja” y el tamaño de los atunes capturados es “óptimo” en términos de rendimiento por recluta. Se trata de ejemplares de más de 14 años que pesan entre 150 y 200 kilos de media.
El estudio alude a los buenos resultados del plan de recuperación de la especie, que ya en 2014 mostraba “claros signos de fuerte aumento”. También hace referencia a la “enorme reducción” de las cuotas que este plan supuso para las almadrabas, que esperan llegar a una compensación por ese esfuerzo.
Al hilo de ello, indica que para evitar los errores cometidos en el pasado que pusieron en peligro a la especie, “las almadrabas deben ser consideradas como una herramienta útil para la gestión de la pesquería de atún rojo”.
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