EL COMERCIO DE GIJÓN. «Gracias, en gran medida, a Blas de Lezo y su victoria en la defensa de Cartagena de Indias, 350 millones de personas hablan español y no inglés». Entrevista a Luis Mollá Ayuso. Capitán de Navío.

Capitán de Navío en la reserva, escritor y conferenciante, Luis Mollá Ayuso (Tarifa 1955) será pasado mañana, viernes, el invitado del Ateneo Jovellanos para hablar de Blas de Lezo. Su ponencia llega pocas semanas después de que visitara Gijón la fragata que lleva el nombre del insigne marino.

 

-¿Qué es lo que más le llama la atención de la figura de Blas de Lezo?

-De su personalidad, el valor. Se trata de un hombre que a lo largo de su vida pierde en combate una pierna, un ojo y un brazo. Le ofrecen retirarse a trabajar en la Corte, que obviamente es algo mucho más cómodo que combatir en la mar y, sin embargo, no deja los barcos. De su obra, es decir, 22 victorias y ninguna derrota, destaco que gracias en buena medida a este personaje singular y a su victoria en la defensa de Cartagena de Indias, 350 millones de personas hablan actualmente español y no inglés.

 

-¿Encarna Blas de Lezo las virtudes tradicionales de la Armada?

-Es un compendio de las mismas. La guerra en la mar es muy complicada y el desprecio por la vida propia contrasta con una de las principales virtudes de Lezo, que fue su capacidad de liderazgo. Sus hombres lo adoraban. Al marino no le gustaba el sobrenombre de ‘medio hombre’ que en aquella época le fue dado, pero sí asumía el de Pata de Palo, porque fue acuñado por sus hombres.

 

-¿Es hoy imaginable un Blas de Lezo?

-Sus tiempos y los nuestros no son comparables. Los valores son distintos. Probablemente ni mejores ni peores; simplemente distintos. De Lezo sentía abnegación por servir al rey. No sentía apego por la vida y combatió sin desmayo aunque llegaron a deberle tres años de paga. Hoy estamos pendientes de la hipoteca y los ídolos son los deportistas, los toreros, los actores o los personajes de la telebasura.

 

-¿Hay actualmente marinos que merezcan dar su nombre a un barco o eso es cosa del pasado?

-La Armada tiene ahora un barco que lleva el nombre de Juan Carlos I, por ejemplo. Lo que no hay, afortunadamente, son marinos con una vida dedicada al combate, porque existe una política de alianzas y una estrategia de disuasión. Para encontrar otra cosa tendríamos que remontarnos a Trafalgar.

 

-También las estrategias serán muy distintas…

-Claro, con una flota a vela, el dominio de la situación dependía en gran medida de situarse a favor del viento. Ahora hay técnicos, buenos conocedores de aplicaciones electrónicas y los cañones son automáticos. Pero todo requiere una gran preparación y puesta al día. Hasta el último marino de cada barco tiene ahora un papel relevante.

 

http://www.elcomercio.es/gijon/201505/06/hasta-ultimo-marino-cada-20150506000843-v.html

 

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