LA VOZ DIGITAL. Navantia, que realiza el mantenimiento de los buques, y el sector de los alquileres, los grandes beneficiados del despliegue norteamericano. Viene otra remesa de marines a la Base Naval de Rota. El próximo 30 de abril llegará a las instalaciones militares el tercero de los cuatro destructores norteamericanos que conforman el despliegue del denominado Escudo Antimisiles. En esta ocasión se trata del Uss Porter, con una dotación de casi 300 soldados. Este buque se suma al USSDonald Cook, que llegó a Rota el 11 de febrero de 2014, y al USS Ross, que atracó en el muelle de la Base gaditana en julio del pasado año.

Poco a poco, la OTAN empieza a encajar las piezas de su dispositivo naval contra la amenaza nuclear y terrorista que pueda venir de Oriente Próximo y Corea del Norte. La presencia de este importante contingente militar en Rota supone un revulsivo económico, especialmente para los municipios que integran tanto la Costa Noroeste como la Bahía de Cádiz.

 

La presencia de los cuatro barcos en Rota (el próximo otoño llegará el cuarto buque, el USS Carney, y no se descarta una quinta unidad en 2016) supone la presencia en Cádiz de 1.300 miembros de la US Navy, desglosados en unos 1.265 marinos y 35 miembros del grupo de apoyo. Además, el contingente viene a la base roteña acompañado de sus familias: unas 2.100 personas, según los últimos datos.

 

Otros 300 soldados y sus familias se incorporan en primavera al contingente de EE UU de la Base

 

El impacto económico en la zona previsto por la propia Marina de Estados Unidos supera los 100 millones de dólares anuales. La familia norteamericana crece. Estos militares se suman, a su vez, a los 4.400 estadounidenses (entre militares y civiles) que ya trabajan y residen en la Base Naval, aunque todavía esa cifra queda lejos de las 11.000 personas que albergó la Base de Rota durante el momento álgido de su empleo en la década de los setenta.

 

Los primeros efectos de este despliegue naval se han traducido, por un lado, en un incremento de los alquileres en las urbanizaciones de Rota, Sanlúcar y Chipiona y, por otro, en el contrato que firmó Navantia en noviembre de 2013 por valor de 229 millones de dólares para el mantenimiento y reparación de los cuatro destructores durante los próximos siete años.

 

Situación estratégica

 

No ha sido fácil llegar hasta aquí. Todo empezó en octubre de 2009 cuando el gobierno de Obama eligió a Rota como sede de las maniobras de la VI Flota para repeler la amenaza de países como Siria. La situación estratégica de la base gaditana, en el Estrecho, fue clave para desbancar de la carrera por el centro de operaciones del Escudo Antimisiles a la base italiana de Sigonellla, en Sicilia, y a la griega de Souda Bay, en Creta. Lo que la US Navy consigue basando la fuerza en Rota es evitar el largo tránsito del Atlántico, por lo que podrá tener permanentemente patrullando, al menos, dos destructores, uno en el Mediterráneo Occidental y otro en su parte Oriental, quedando otro en reserva o para reforzar la fuerza, pudiendo permanecer el cuarto navío inmovilizado en los astilleros o el puerto, sujeto a tareas de mantenimiento.

 

Las urbanizaciones de Sanlúcar y Chipiona notan el efecto llegada con un aumento de los alquileres

 

El 5 de octubre de 2011, el entonces presidente, Rodríguez Zapatero, compareció junto al secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, y el secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, para anunciar el despliegue en Rota de los cuatro barcos norteamericanos con el objetivo de contrarrestar la amenaza que suponía la política de armamento nuclear de Irán y Corea del Norte. Zapatero, que perdió las elecciones un mes después de aquel anuncio, dijo que la presencia norteamericana en la Base Naval de Rota supondría la creación de un millar de puestos de trabajo y un fuerte impacto económico para la zona.

 

De momento, los más beneficiados con el despliegue militar han sido los astilleros públicos. El programa de mantenimiento de los destructores del Escudo Antimisiles da trabajo a una media de 170 operarios de Navantia al año. Esta mano de obra crecerá hasta los 450 personas, una vez que el dispositivo esté al completo. A partir de entonces, el «astillero móvil» que Navantia traslada al muelle de la Base Naval de Rota, estará operativo 24 horas al día en tres turnos durante siete días a la semana.

 

La llegada del destructor estadounidense USS Donald Cook a la Base de Rota el 11 de febrero de 2014 puso en práctica el despliegue del Escudo Antimisiles y, al mismo tiempo, la relación entre la US Navy y la Navantia. Desde entonces, la empresa española se ha encargado de inspeccionar sus barcos antes y después de cada maniobra.

 

De hecho, a primeros de este mes el capitán de fragata Joseph Saegert, que dirige el mantenimiento de VI Flota estadounidense, calificó de «excelente» el trabajo de Navantia y se mostró muy satisfecho con el cumplimiento de los plazos.

 

Para Navantia, una empresa pública que ya ha reparado buques de guerra para otras armadas internacionales, estos son los primeros trabajos que hace para la VI Flota, por lo que su éxito en las tareas encomendadas abre la puerta a oportunidades de consolidación en este sector. Así, el director del programa de Navantia para el mantenimiento de los cuatro destructores estadounidenses, Humberto Martínez, señaló que el contrato conEstados Unidos permitirá a los astilleros españoles contar con actividad permanente en la Base Naval de Rota durante largo tiempo.

 

Los trabajos de Navantia no incluyen los potentes sistemas de combate de los destructores de clase Arleigh Burke (con misiles que pueden alcanzar objetivos a diez millas y un radar que puede, por ejemplo, localizar un avión a 200 millas), sin embargo, sí están contratados los trabajos para asegurar la disponibilidad de los buques a través de la reparación del casco y de los sistemas mecánicos y eléctricos, o la fabricación e instalación de modificaciones relacionadas con la mejora y modernización del buque, además de conservación, de control de la corrosión o de reparación del sistema de bombeo, entre otros.

 

La Armada estadounidense calcula que a lo largo de la vida del contrato, Navantia habrá ejecutado una carga de trabajo de unos tres millones de horas en apoyo de sus cuatro destructores.

 

http://www.lavozdigital.es/cadiz-provincia/201502/25/rota-marines-espaa-20150225212428-pr.html

 

 

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