Tras ordenarle que interrumpiera la actividad y después de comprobar que el aparejo que estaba empleando el barco luso estaba prohibido, el Alborán conminó al pesquero a poner rumbo al puerto de Pasajes. Una vez en el puerto guipuzcoano, el barco de la Armada transfirió su custodia a los inspectores de la Secretaría General de Pesca. A partir de ahí, el Alborán retomó su misión de vigilar y guardar la seguridad marítima y pesquera en el Cantábrico.
El patrullero de la Armada se hizo a la mar el pasado 2 de febrero desde Cartagena para tomar parte en la campaña de inspección y vigilancia pesquera en el caladero nacional, misión que durará hasta el 21 de febrero. En el marco de ese operativo, verifican la actividad de los pesqueros autorizados a capturar xarda y revisan la composición de las capturas. También velan por que se cumpla la veda de la sardina.