-¿Qué supone la entrega del «Canberra» para Navantia?
-En Australia, el buque lo entrega la industria (en este caso BAE) al organismo de Defensa comprador, DMO, y este posteriormente (suele ser unos meses más tarde) lo entrega a la Marina Australiana (RAN). Con este esquema, el buque lo entrega BAE a la DMO mañana y la DMO a la RAN está previsto que lo haga el 28 de noviembre. Para Navantia este hito es muy importante, porque se explicita y se hace más visible la buena labor realizada.
-El buque se ha completado en los astilleros del país. ¿Cuál ha sido el papel de Navantia en esta última fase?
-Navantia es el diseñador del buque, -que además ha construido aproximadamente un 85 % en Ferrol-, y es un referente básico en toda duda o problema que surja. Desde esta perspectiva, el papel de Navantia es básico y da una seguridad y confianza muy grande, especialmente cuando comprueban una y otra vez que Navantia responde. Por otra parte, en esta fase, ha dado asistencia técnica y apoyo a BAE en muchísimos aspectos. Tenemos un equipo de unas 8 personas de media, que han ayudado en la realización de pruebas, muy especialmente en la salidas a la mar, ayudando a resolver problemas que surgen.
-Una vez entregado a la Armada de Australia, ¿Permanecerá de algún modo la relación de Navantia con el buque?
-Navantia va a firmar contratos para dar servicio de mantenimiento a los buques. Antes de finalizar el año, tendrá un contrato para dar asistencia técnica a BAE -que tiene el contrato de realización del mantenimiento-, en el que vamos a tener la responsabilidad de mantener los sistemas que nosotros mismos fabricamos, como el sistema de automatización del buque y a los grupos generadores. Por otra parte, vamos a firmar un contrato directamente con el cliente -la DMO-, para dar servicios de ingeniería, para estudios, modificaciones y apoyo en la gestión de la configuración del buque. Asimismo podemos dar servicio de aprovisionamiento, aprovechando nuestra relación y conocimiento del mundo de suministradores del barco.
-En el país se encuentra ya en fase de finalización el «Adelaide», ¿cuál es el avance de esta obra y cuáles serán los próximos hitos en su construcción?
-El Adelaide, con excepción de la superestructura, que se construye y monta en Australia, ha llegado a Australia en febrero de este año, con un grado de acabado impresionante, que por sí mismo da un avance muy grande al buque. Por otra parte BAE ha progresado mucho más en este segundo buque respecto al primero. El barco está en un grado de avance mayor del 90%. El buque tiene previsto salir a pruebas de mar abril del 2015 y la entrega en septiembre del 2015.
-Australia es un país que representa para Navantia grandes expectativas comerciales. ¿Cuáles son las principales ofertas que se han presentado en el país y en qué fase se encuentran?
-Efectivamente Australia presenta buenas oportunidades comerciales y estar optando a tantas oportunidades es un buen indicador de que están satisfechos con Navantia y que se están haciendo las cosas bien. Podemos decir que Navantia está presente en todos los planes que actualmente tiene la DMO. Dicho esto, hay que trabajar mucho y seguir esforzándonos para materializar todas estas oportunidades.
-En el caso concreto de los dos buques logísticos, ¿cree que la integración del «Cantabria» en la flota del país, junto con el diseño defendido por Navantia, hará inclinar la balanza a favor de la empresa española frente a los astilleros coreanos?
-Sin duda la misión del Cantabria en Australia, que ha sido un éxito rotundo, ha contribuido muy favorablemente, pero estos concursos se evalúan por las ofertas presentadas y tratan de establecer criterios lo más objetivos posibles. Con esto no quiero minimizar en absoluto la gran contribución del Cantabria para las opciones de Navantia, pero tampoco crear más expectativas de las reales. Dicho esto, yo soy optimista. Tenemos un gran producto ya probado y una Armada que nos apoya a tope, con la confianza que esto transmite al cliente y esto es una combinación de argumentos muy fuerte, aparte de otras ventajas competitivas.
-El programa de los destructores AWD, basados en las fragatas F-100 españolas, acumula retrasos que han sido subrayados por la Defensa del país. ¿A qué se deben esas demoras? ¿Hay posibilidades de que se desvíe de nuevo trabajo a los astilleros ferrolanos?
-No es fácil establecer una razón única para explicar el retraso, pero sí se puede decir que los diferentes informes publicados indican la complejidad del programa y la falta de experiencia de su industria naval en el momento de la firma como dos aspectos que pueden explicar parte del tema. El hecho de distribuir la construcción a lo largo del país, importar un diseño, no tener disponibilidad de subcontratistas experimentados, entre otros, son factores que también influyen en la gestión del contrato. En principio, no debemos esperar que nos den más trabajo a los astilleros, aunque si es posible que necesiten más apoyo y asistencia para ayudar a mejorar los procesos y contribuir a mejorar el programa.
francisco barón director de navantia australia
