LA VOZ DE GALICIA. En plena escalada de conflictividad entre la dirección de Navantia y los representantes de los trabajadores, la firma del convenio colectivo de la compañía, ayer en Madrid, vino a agitar aún más las aguas revueltas. Mientras la empresa pública se felicita por haber zanjado unas negociaciones que se remontan al 2010, el pacto laboral ha hecho estallar la estabilidad sindical.

Navantia

El acuerdo fue rubricado por cuatro delegados desautorizados de CC.?OO. -entre ellos el expresidente del comité intercentros y del comité de San Fernando, José Antonio Oliva, y sus homólogo en el cargo en los astilleros de Puerto Real y Cartagena, Ramón Linares e Ignacio Briones-, tres de UGT, entre los que no se encontraban el representante de Ferrol, y uno del CSIF. La reunión con la empresa vino precedida de un encuentro del comité intercentros en el que los miembros desautorizados por CC.OO. y los de la UGT insistieron en la capacidad de este órgano para nombrar a los delegados que podrían suscribir el convenio con la empresa, ante la oposición del resto de centrales, incluida Comisiones Obreras. Cuando se inició el encuentro con la dirección de Navantia, de nuevo se insistió en la ilegitimidad de los cuatro portavoces de CC.?OO., que habían sido cesados como miembros de la comisión negociadora por la Federación de Industria de ese sindicato, pero Navantia desatiende esa postura y rubrica el preacuerdo.

«Navantia está cometiendo una flagrante ilegalidad, pese a que está advertida y firma con una representación que no tiene legitimidad para ello», afirmó ayer Ignacio Naveiras, delegado de CC.?OO. en la mesa, portavoz de los trabajadores del astillero de Ferrol y opositor a la firma de ese pacto.

Antecedentes

El cisma sindical comenzó a fraguarse en las negociaciones del convenio, el pasado año. Tras múltiples reuniones, CC.?OO. y UGT sellaron con la empresa un preacuerdo que fue refrendado por las plantillas de todos los astilleros, a excepción de los de la ría ferrolana, que votaron en contra. Los otro cuatro sindicatos con presencia en la empresa pública -CIG, USTG, CSIF y CAT- también se manifestaron contrarios. Los problemas económicos y la falta de carga de trabajo en el sector aparcó durante meses ese preacuerdo, que empezó a ser cuestionado en el seno de la Federación de Industria de CC.?OO. Los incumplimientos del Gobierno y la ausencia de participación de los trabajadores en las decisiones que afectan a la firma fue el detonante para que la pasada semana esa misma federación dijese que no lo refrendaría y cesó a los delegados que intentaban continuar con su apoyo. Por ello, Naveiras anunció ayer que CC.?OO. impugnará de manera inmediata ese convenio. Además, criticó a la empresa por no reflejar en el acta las discrepancias de su sindicato y de la CIG al proceso.

El convenio incluye congelación salarial, supresión de derechos sociales e incrementa la capacidad de la empresa para la movilidad funcional y geográfica. Además, si se produce la ultraactividad del documento no se garantiza que no vaya a aplicarse ningún ERE.

 

 

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/ferrol/2014/09/10/navantia-firma-convenio-dinamita-paz-sindical-firma/0003_201409F10C5996.htm

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