(Faro de Vigo) Eladio Rosales, armador del barco "Carmen e Pilar" expulsado de Mauritania tras finalizar el convenio, explica que la falta de caladeros podría dejar sin empleo a 15 trabajadores y acusa a las instituciones europeas de "acabar con la pesca". Aun así, confía en regresar a Mauritania y, en caso contrario, buscará otra solución porque "los barcos son mi vida", afirma.

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“No quiero desguazar los barcos, los barcos son mi vida, llevo en el mar desde los 9 años” clama Eladio Rosales Santiago, armador de uno de los dos barcos marinenses expulsados el 31 de julio de Mauritania al concluir el pacto pesquero con el país africano.

Añade el propietario del barco “Carmen e Pilar”, que sacar adelante una empresa pesquera, hoy en día, “es una lucha titánica”. Sin embargo no piensa en tirar la toalla para seguir dando trabajo a sus empleados. Aunque, en caso de que no se renegocie el convenio con Mauritania, se busquen caladeros alternativos o se habiliten ayudas mientras se busca una solución, los 15 trabajadores de la empresa armadora acabarán en el paro, sumándose a otras docenas de trabajadores de más de una docena de barcos de la comarca que en los últimos años han perdido su puesto de trabajo.

“No es que parezca que quieran acabar con la pesca gallega, es que lo están consiguiendo, estamos quedando sin barcos y no hay quien levante la voz”, alega el armador marinense ante lo que considera una “persecución” por las autoridades pesqueras europeas contra Galicia. Además, “antes en Marín había 170 barcos, ahora si queda una docena son muchos”, concluyó.

En referencia a caladeros alternativos, si no se puede regresar a Mauritania, Eladio Rosales cree que podrían derivarlos a Bissau, Senegal o Ghana y descarta, salvo milagro, faenar en el Gran Sol, como sugirió la conselleira Rosa Quintana. “En Gran Sol no nos van a habilitar, ojalá la conselleira tenga ese don o ese poder para que nos dejen trabajar en el Gran Sol, sería nuestra salvación” explicó el empresario.

De todos modos, por si las negociaciones europeas fracasan, “yo estoy intentando ir a Marruecos”, anuncia el armador que desconfía de la resolución final del conflicto. Por otra parte, anima al Gobierno español a emprender negociaciones con otros países para barcos nacionales y “si no pueden, deberían meter presión en Europa, porque aquí en Galicia vivimos de la pesca”, exigió Rosales.

Sobre las negociaciones que están manteniendo los técnicos de pesca de la Unión Europea y los responsables de Mauritania, Eladio Rosales señala que negociar con ellos es muy complicado, “si se les da lo que pide bien y sino nada, no les importa que la gente no tenga que comer o se muera de hambre, porque nosotros damos mucho trabajo allí”. Por este motivo, entiende que las comisiones de negociadores europeos deberían estar formadas por profesionales del sector, “de la UE va gente muy preparada pero de cosas de pesca no saben, aquí no hace falta ser tan técnico, hay que tener un poco más de experiencia, gente de mar, armadores, que sabemos como se puede racionalizar y tener una pesca muy buena.

Se defendió también Rosales de las acusaciones de esquilmar los caladeros “nosotros no cogemos ningún pescado antirreglamentario”.

 

http://www.farodevigo.es/portada-pontevedra/2014/08/07/lucha-titanica-vivir-pesca/1071392.html?utm_medium=rss

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