Con ese objetivo, la dirección ha decidido crear un equipo de trabajo que integran una decena de personas y que tiene la encomienda de realizar un estudio de todas las posibilidades que ofrece el mercado, de forma muy especial en el campo de la energía eólica.
Fuentes próximas a la empresa recuerdan que en sus inicios buena parte del negocio se centró en la fabricación de calderas, sector en el que fue un referente. Con el bum de la construcción naval la sección de calderería fue perdiendo protagonismo hasta que terminó por cerrar. Ahora creen que ha llegado el momento de ampliar su cartera de productos. Han comprendido que, en momentos de vacas flacas, la diversificación puede ser un paraguas muy valioso.
La dirección de la factoría de Teis opta por la prudencia y guarda silencio sobre la marcha de las negociaciones que mantiene abiertas con varios clientes potenciales. «Hay muy buenas expectativas», se limitan a afirmar.
Optan, entre otros, a varios buques en el continente asiático, y pugnan con Barreras, entre otros astilleros, por la construcción de un ferri para Argelia.
En cuanto al «desfile» de armadores que se está sucediendo en las últimas semanas para contratar el ferri sevillano, parece que los que han mostrado más interés son sendas empresas de Noruega y Argelia.