FARO DE VIGO. La autopista del mar de Vigo retoma impulso tras cuatro años de demora como un proyecto "solvente, con experiencia y tráficos de referencia". Un estudio realizado en la Universidad ratifica su capacidad para captar clientes aunque aboga por revisar los mínimos establecidos en las bases reguladoras, ya que la actual situación de crisis económica hace "difícil" su cumplimiento. Y certifica además que la viabilidad de la de Gijón, operativa desde 2010, será "complicada" en cuanto finalicen las subvenciones que recibe.

La puesta en marcha de la autopista viguesa ya solo está pendiente de la autorización de la comisión hispano-francesa y de ambos Gobiernos después de que la concesionaria inicial firmase el viernes la cesión de derechos de explotación a Suardiaz, la compañía que ya opera el transporte marítimo para PSA Peugeot Citroën entre la ciudad y Saint Nazaire.

El estudio realizado por Lorena Fernández, titulada en Administración y Dirección de Empresas con un Premio Extraordinario Fin de Grado, aboga por la financiación pública de las autopistas del mar para que puedan hacer frente a la “fuerte competencia” que supone el transporte por carretera. En la UE, más del 45% de los desplazamientos de mercancías entre países utilizan esta vía, lo que conlleva contaminación, consumo de energía y congestión del tráfico.

La investigación constituye el trabajo fin de grado de Fernández y estuvo tutelada por su profesora en el campus ourensano y exconselleira de Política Territorial, María José Caride, quien participó en las etapas iniciales del proyecto durante su etapa en el Ejecutivo gallego.

El servicio recibirá una subvención europea de 3 millones de euros dentro del programa Marco Polo II, mientras que las ayudas de los Gobiernos español y francés se cifraron originariamente en 30 millones aportados a partes iguales. Pero además de estos dos instrumentos, las autopistas del mar pueden recibir ayudas de la Red Transeuropea de Transportes, Feder, Interreg y Fondos de Cohesión.

La autora del estudio aboga por que la UE y los estados miembros acompañen a las sociedades explotadoras durante los primeros años de funcionamiento para poder captar clientes del servicio de transporte por carretera con precios competitivos. Fernández señala la importancia de atraer el mayor número de usuarios en el arranque del servicio para que “aprecien las ventajas” de las autopistas del mar, sobre todo, cuando los trayectos son largos, y así “fidelizarlos” de cara al momento en que se supriman las ayudas y deban subir los precios.

Precisamente, la principal competidora de Vigo, la autopista Gijón-Nantes, agota en septiembre las subvenciones que ha recibido desde 2010 y su viabilidad está en duda puesto que no ha alcanzado el mínimo establecido en las bases reguladoras. Según señala el estudio, en los dos primeros años de funcionamiento movió 26.021 camiones cuando el requisito fijado solo para el primero era de 25.000.

La entrada en servicio de la autopista viguesa, que podría ser este mismo año, complicará su situación al poder ofrecer precios más competitivos, además de captar a los empresarios del norte de Portugal que hasta ahora se desplazaban hasta Gijón o utilizaban de forma exclusiva el transporte por carretera para mover sus mercancías.

Otra de las ventajas que señala Lorena Fernández es la posible conexión de la autopista viguesa con Algeciras y el norte de África, que resultaría atractiva para los empresarios de esta parte del continente y también de las islas Canarias.

A pesar de sus buenas expectativas, la autora recomienda revisar los mínimos de las bases reguladoras del concurso y fijar cifras “alcanzables” en el actual contexto económico para garantizar su viabilidad.

Efectos sociales y económicos

La UE impulsa las autopistas del mar por su capacidad para eliminar tráfico pesado de las carreteras y reducir la emisión de CO2 a la atmósfera. Además del transporte marítimo, integran otros modos de transporte para ofrecer un servicio puerta a puerta.

A pesar de los factores que todavía deben mejorar -liberación de óxido de nitrógeno o la eficiencia de la carga y descarga en los puertos-, Bruselas las considera una “alternativa importante” para lograr un sistema de transporte sostenible.

El estudio justifica la necesidad de subvenciones para el proyecto Vigo-Saint Nazaire en los efectos positivos que generaría tanto en la economía de Galicia como en la posición competitiva del noroeste peninsular, además de los “beneficios sociales” que supondría reducir el tráfico rodado con origen o destino en Galicia, norte de Portugal o Castilla y León.

Dado que ya cuenta con experiencia en el trayecto hasta el puerto francés, las ayudas de los respectivos gobiernos y la UE se utilizarán para “mejorar la calidad y frecuencia y reducir el coste”, lo que le permitiría aspirar a un mayor número de potenciales usuarios.

Fernández también destaca que ampliar el área de influencia económica de Vigo y de Galicia ayudaría a combatir la deslocalización de empresas y pone como ejemplo a Citroën, a la que “compensa” quedarse en la ciudad porque tiene acceso a un sistema de transporte central.

 

http://www.farodevigo.es/gran-vigo/2014/06/16/linea-maritima-ira-ruedas/1042610.html

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