—Desde 2011 se triplicó el número de cruceros que llegan al Puerto de La Coruña. ¿A qué se debe este fuerte crecimiento?
—Antes de 2011 el presidente del Puerto (Enrique Maciñeira, que fue destituido tras la llegada del PP a la Xunta) no creía en el tráfico de cruceros. Quería que llegasen a La Coruña barcos de carga o petroleros, que son los que pagan más tasas a los puertos pero no los que dejan más dinero en la ciudad, en muchísimos más sectores: a los taxis, a los guías, a la hostelería, a las tiendas… Los barcos de turistas son el lado amable de las dársenas.
—¿Los beneficios de la llegada de cruceristas han repercutido en la ciudad?
—Van repercutiendo. Yo ya me he cansado de decir que no tenemos que inventar nada, sino copiar lo que hacen en otros sitios. Cuando los turistas bajan de los barcos a las ocbo y media, se encuentran las tiendas cerradas. Abren a las diez o diez y media, pero a las doce tienen que volver a embarcar para comer, pero aún así los comerciantes ganan. Si las tiendas quieren beneficiarse de los cruceros, tendrán que adaptarse.
—¿Es cierto que, cuando llegan los cruceros, los turistas se marchan en masa a Santiago?
—Como decimos en Galicia, «o falar non ten cancelas». Yo subo cada mañana a los barcos para despacharlos y la Policía Nacional me requiere la cifra de pasajeros que se van a Santiago. En porcentaje, son entre el 10 y el 12 %. El otro día, por ejemplo, llegó el «Emerald Princess», de 3.000 pasajeros. A sus pies lo esperaban 15 autobuses, de 40 plazas cada uno, lo que deja adivinar que fueron un máximo de 600 personas las que fueron de excursión, y yo diría que a ver la catedral no fueron más de 300. Cualquier dinero que venga de fuera tiene que ser bienvenido, pues si solo movemos el dinero que tenemos entre nosotros nunca seremos más ricos.
—¿Podría el auge de Ferrol perjudical al tráfico de cruceros de La Coruña?
—Si un barco va a Ferrol, lógicamente no va a hacer escala también en La Coruña. Pero es que se hacen cruceros todas las semanas y puede que haya pasajeros que ya conozcan La Coruña o Vigo. Llevándolos a puertos como Cee o Ferrol conseguimos que no se vayan de Galicia.
—¡Error! Referencia de hipervínculo no válida. por traer al puerto de Cee el crucero de lujo Le Boréal, el primero que llegaba a este pueblo. ¿Podría ser el primero de muchos atraques en dársenas «alternativas» de Galicia?
—Efectivamente. Este tipo de barcos pequeños, de expedición, van a enclaves por donde los demás no pasan, son más exclusivos. La persona que tiene dinero ya conoce las grandes ciudades y quiere ver sitios más pequeños, donde se coma bien…
—¿Qué otros puertos gallegos podrían ser candidatos a recibir cruceros?
—Cee va a recibir el año que viene a otro barco de la misma compañía, Le Soléal. Llevamos uno a Laxe, pero allí es un poco complicado porque hasta los barcos pequeños entran allí justitos. Recuerdo que el pueblo había sido una fiesta aquel día. Ahora esa compañía está orientada al mercado asiático, porque ellas tienen que estar siempre mirando dónde pueden llenar. Un barco que esté lleno a menos del 90% no es rentable. Asia está llena de gente con mucho dinero y es competencia.
—¿Le queda a Galicia mucho trabajo por delante?
—Esto es como un buque. Si no se le sigue echando fuel, se para. Ya tenemos el barco, vamos a seguir alimentándolo, a conseguir que los turistas queden contentos. El otro día me comentó uncapitán que él venía por aquí en su barco personal, porque Galicia le encantaba.
—¿Hay potencial de crecimiento?
—Muchísimo. Tenemos muchos puertos, cada vez hay más cruceros y el Mediterráneo ya está saturado. Las administraciones tienen que seguir actuando y haciendo las ciudades más seguras y más limpias.
http://www.abc.es/local-galicia/20140511/abci-entrevista-cruceros-coruna-201405111255.html