LA VOZ DE CÁDIZ. El presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), José Luis Blanco, asegura que en el puerto de Cádiz están «al borde de un ataque de nervios», cuando se le pregunta cómo se vive la larga y tensa espera del veredicto que ha de dictar la Comisión Europea (CE) sobre la financiación de la terminal de contenedores. Como fecha reciente en este complejo asunto hay que trasladarse al pasado mes de enero, cuando un grupo de inspectores visitó la zona para analizar los muelles gaditanos y la viabilidad del proyecto iniciado por la APBC con el fin de multiplicar la capacidad de carga en Cádiz y reordenar los tráficos en la dársena de la capital. Tras el encuentro, que causó «muy buenas sensaciones» entre técnicos y políticos de Puertos del Estado y de la propia APBC, se fijó una fecha aproximada de mes y medio, como plazo razonable para saber si el Puerto contaría con la financiación de Europa, un apoyo que ya se había prometido años atrás.

Pero han pasado más de tres meses y nadie dice nada. Nunca más se supo del técnico encargado, Andrea Mariate, quien vinculó el desarrollo del puerto gaditano a la finalización de otras infraestructuras como el segundo puente. «Fuentes del Partido Popular habían adelantado que hoy mismo conoceríamos novedades sobre la financiación de la terminal de contenedores», apuntó el presidente de la APBC, «y me gustaría pensar que será así porque si lo anuncian muy cerca de las elecciones europeas, el papel que ha jugado el PP en todo este asunto perdería credibilidad», apunta José Luis Blanco, haciendo referencia a la interlocución ejercida desde Puertos del Estado. Un anuncio positivo para Cádiz vinculado a dichos comicios daría un sentido electoralista a las fechas escogidas, pero a Blanco no le preocupa esto. «Que sea como quieran pero que sea ya», concluye impaciente.

En estos momentos, la Autoridad Portuaria ha de pagar cuatro préstamos; tres de 10 millones de euros y uno de seis millones. «Si nos conceden al fin la subvención podríamos pagarlos inmediatamente y pasaríamos a solicitar otros para finalizar las obras al Banco Europeo de Inversiones (BEI)», explica José Luis Blanco. Hasta ahora, los costes de financiación ascienden a medio millón de euros, añadidos al coste de las obras y sus intereses; un precio que tendrá que pagar la APBC por la indecisión de Bruselas y que será aún mayor si a finales de años hubiese que renovarlos.

A esta compleja situación se añade que el ente público Puertos del Estado, en el que se incluyen todos los puertos españoles, de gestión autonómica, no está pagando las obras ya certificadas porque tiene abierto otro conflicto con Bruselas, lo que agrava aún más la situación del puerto de Cádiz. La CE se comprometió hace más de tres años a ayudar con 60 millones de euros y aportar otro tanto a través de un préstamo del BEI. En este punto, Blanco apunta también que el precio del dinero ha bajado tanto en el mercado actual que el préstamo del BEI ya no es tan ventajoso como entonces.

 

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