La voz de alarma que daba ayer el presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), José Luis Blanco, ha llegado a Madrid, en concreto a Puertos del Estado y a toda la comunidad portuaria de la Bahía. En este último caso, a los pocos que aún desconocían la crítica situación financiera que atraviesa la entidad de la que dependen sus negocios.

cmefoto11dLa comunidad portuaria confía en que Fomento socorra a los muelles gaditanos si Bruselas tarda en pronunciarse

LA VOZ, 11 Mar. (Cádiz).- Puertos del Estado ha recibido el mensaje pero aún no se pronuncia, a la espera de que algún responsable se manifieste sobre la marcha del expediente analizado con lupa en Bruselas, en el que el puerto de Cádiz se juega la recepción de 60 millones de fondos Feder y de otros tantos a través de un préstamo bonificado por el Banco Europeo de Inversiones para construir la terminal de contenedores. Las obras de esta infraestructura continúan a buen ritmo en el Dique de Levante, por ahora.

La APBC sigue pagando, con dificultades, pero cumple con sus obligaciones, a pesar de que el coste financiero que supone para el puerto gaditano dicho parón de más de un año en la tramitación de la documentación supera ya el medio millón de euros. Pero, además, la CE debe a la APBC 14 millones en certificaciones tramitadas y aprobadas. La Comisión mantiene ahora un conflicto con Puertos del Estado sobre la puntuación de los concursos públicos para la adjudicación de obras que ha paralizado el abono de todas las certificaciones.

Miembros destacados de la comunidad portuaria de la Bahía se pronunciaron ayer ante el cariz que toma la situación. El presidente de Apemar, Emilio Medina, confía en que finalmente se dé el visto bueno a la inversión en Cádiz. «Confiamos en una respuesta positiva porque nos lo han dicho todos, desde Puertos del Estado hasta la propia Alcaldía gaditana. Por eso estamos más tranquilos», apunta Medina, menos confiado que en otras ocasiones, y subrayando que le «sorprende que se retrasen. Ya han tenido tiempo de pronunciarse, ya que cuando los inspectores examinaron las instalaciones portuarias solicitaron documentación adicional que les fue enviada rápidamente».

Cabe recordar que hubo otros dos puertos españoles a los que la Comisión de la Competencia paralizó el proyecto por riesgo de incompatibilidad, al igual que a Cádiz, y que ambos han recibido ya la inversión y siguen en marcha; Langosteira (La Coruña) y Granadilla (Tenerife). Pero es importante señalar que ambos precisan inversiones mucho más modestas que la gaditana. El presidente de la entidad dedicada a la promoción del puerto en la que se agrupa buena parte de la comunidad portuaria, Gades Port, Juan Bernal, señala a la falta de fondos, también en Bruselas, como trasfondo para tantos impedimentos en el expediente gaditano. «Es lógico que el presidente de la APBC esté preocupado. Se trata de un asunto muy delicado».

La finalización de la terminal de contenedores afecta a toda la comunidad portuaria, ya que cuando se concluya se ordenará el tráfico de contenedores, el de pasajeros y la ciudad podría ganar un espacio que supera los 15.000 metros cuadrados, como apunta Bernal, «quien señala que la relación puerto-ciudad y viceversa podría desbloquearse al fin». Casi todo el recinto portuario que conocemos hoy estaría a disposición de los ciudadanos, «contemplando siempre la seguridad y viabilidad del puerto», concluye Bernal.

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