Las direcciones de Factoría Naval y Nodosa, los dos astilleros de la ría de Pontevedra, aunque competidores entre sí, ultiman en este mes de enero el acuerdo que permitirá reeditar, aunque con "correcciones" y objetivos añadidos, la alianza de colaboración que desarrollaron el pasado año y una estrategia comercial conjunta para competir por proyectos concretos con mayores garantías en un mercado globalizado.

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Factoría Naval y Nodosa ultiman el pacto que estará listo a final de mes

FARO DE VIGO, 15 Ene. (Vigo).- La renovación de este acuerdo se retrasó debido a la complicación de las dos agendas empresariales en la recta final de 2013 y la llegada de las navidades. Pero ahora las reuniones se apuran máxime cuando la evaluación de la experiencia del pasado año está hecha. Un balance “con luces y sombras” tal como lo definieron en su momento el director general de Factoría Naval y el gerente de Nodosa, Enrique Lago y Rafael Outeiral respectivamente. Uno y otro aseguraban entonces que las colaboraciones puntuales (alquiler de vías, posibles subcontrataciones cruzadas…) se iban a mantener y ayer mismo Outeiral subrayaba que “en estos días estamos analizando el tema y la voluntad es llegar a una nueva alianza estratégica pero con un enfoque algo distinto”.

Mientras tanto el día a día sigue su curso en los dos astilleros de la ría de Pontevedra. José Manuel Coto, director comercial de Factoría explicaba ayer que en estos momentos están centrados en los trabajos previos para poder bajar el megavelero (unidad 158) que ocupa y mantiene inutilizada una de sus vías desde hace más de un año.

Pronta ocupación

Aunque ahora las otras dos vías que tiene el astillero están libres – tras pasar por ellas más de una docena de buques para su puesta a punto- , José Manuel Coto confía en que pronto se ocupen ya que Factoría está “bien posicionada” para hacerse con nuevos contratos de mantenimiento y reparación. La firma tiene fundadas expectativas de recibir un encargo especialmente beneficioso para los intereses de Factoría ya que se trata de una reparación con transformación incluida.

Por su parte Nodosa centra su actividad en la recta final de la construcción de un remolcador contratado por la compañía Remolcadores Amare Marín que actúa en el puerto.

Según el calendario que maneja el gerente Rafael Outeiral, estará terminada para el verano.

Además la plantilla de Nodosa se ocupa, en estos momentos, de los trabajos de mantenimiento y puesta a punto del buque oceanográfico “Ramón Margalef” y de dos pesqueros.

Outeiral apuntaba ayer que “lo ideal es que conseguir un nuevo contrato de construcción antes de la entrega del remolcador para dar continuidad a la sección”. Nodosa tiene la vista puesta en la posible construcción de una segunda draga para la armadora marroquí Drapor, cuyo contrato anunció – “por ahora es una declaración de intenciones, buena pero una declaración”- su propietario en diciembre cuando se desplazó al astillero para asistir a la entrega oficial del “Moustakbal II” , una primera draga de 1.500 metros cúbicos de capacidad.

Nodosa también dirige su mirada y su acción comercial hacia Marruecos con el fin de hacerse con algunos de los contratos que deriven del plan estatal de renovación de la flota de cerco del país.

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