La entrada de Pemex, a través de su filial PMI, en el accionariado de Hijos de J. Barreras será efectiva a mediados de diciembre, cuando el consejo de administración de la petrolera apruebe la inversión de 5,1 millones para comprar el 51 % del astillero. Pero la compañía pública mexicana ya está ejerciendo su papel de accionista mayoritario, no solo por el efecto imán que supone su marca ligada a la del constructor naval vigués, sino también por la captación de clientes para su nueva empresa.

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Armadores que trabajan para la petrolera negocian el contrato de al menos dos buques

LA VOZ DE GALICIA, 28 Nov. (Vigo).- Fuentes mexicanas conocedoras de la operación aseguran que el astillero negocia la contratación de al menos dos nuevos buques para armadores mexicanos y norteamericanos que trabajan para la petrolera. «Pemex está en pláticas con empresas mexicanas y extranjeras para promover la imagen del astillero y hacerse con contratos», afirman. Uno de ellos estaría ya en negociaciones muy avanzadas y su firma podría cerrarse antes incluso de que se produzca la adjudicación de los floteles.

Barreras decide

Las mismas fuentes aclaran que Barreras mantendrá su actual organigrama directivo y que seguirá siendo autónomo en la gestión: «El astillero va a ser el que defina cuántos contratos va a abastecer». Para Pemex -que ayer anunció que ha elegido a BDO, la controvertida auditora de Pescanova, para fiscalizar sus cuentas- la adquisición de Barreras supone una pieza clave de la estrategia de su presidente, Emilio Lozoya, para que la mexicana reduzca costes estratégicos en extracción y transporte y articular una industria naval cualificada en el país azteca.

«En México hoy no existen astilleros de la magnitud de Barreras, pero el objetivo es, en un par de años, transferir tecnología y habilidades hispanas para construir en México y lograr competitividad internacional», explican fuentes de Pemex. La petrolera descarta que el astillero vigués se vea obligado a construir buques en México, como parte del acuerdo de compra. Fuentes extraoficiales explican que el objetivo, a medio plazo, es que exista un astillero réplica de Barreras al otro lado del Atlántico. «Pero nunca desmontar Barreras», añaden.

Esta estrategia se complementa con el acuerdo de la empresa pública con la Secretaría de Marina para construir pequeños barcos de servicios. «Con la línea completa de servicios marítimos, que representan hasta el 70 % del costo de cada barril de petróleo, es fácil prever que Pemex podría abatir [rebajar] sus costos totales un 15 %», explicó un consejero de Pemex, horas antes de cerrarse el acuerdo.

«Muy muy buena noticia»

En Galicia continuaron ayer las reacciones a la operación firmada por Pemex e Hijos de J. Barreras. El presidente de la Asociación Cluster del Naval Gallego (Aclunaga), Fernando Alcalde, manifestó su deseo de que la llegada de la petrolera mexicana mejore la imagen de la comunidad gallega y anime a otros inversores y compradores, para que aumente la carga de trabajo. «Es una noticia muy, muy positiva para Barreras y para toda la industria que trabaja para el astillero», afirmó.

El comité de empresa confía en recibir hoy información directa por parte del presidente.

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