La agonía que viven los astilleros vascos a cuenta de la incertidumbre provocada por el sistema del tax lease a la construcción de buques declarado incompatible con la normativa europea por el Ejecutivo comunitario está lejos de resolverse.

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Las diferencias entre la CE y Madrid sobre la vía del cálculo del ‘tax lease’ prolonga la crisis del sector

DEIA, 20 Nov. (Sestao).- Aunque el plazo fijado para recuperar los subsidios concedidos en forma de bonificaciones fiscales entre los años 2007 y 2011 expiró anoche, Bruselas y Madrid no se ponen de acuerdo sobre la metodología a utilizar para calcular la cantidad que el Gobierno español está obligado a recuperar. Un retraso que ahonda la crisis y ahoga a un sector naval que vive momentos amargos, con contrataciones congeladas y a la espera de aclarar un futuro muy incierto.

“Hay contactos en marcha con las autoridades españolas sobre la metodología para calcular las cantidades de ayuda estatal incompatible que debe ser recuperada de acuerdo con la decisión de la Comisión Europea del 17 de julio”, explicó ayer Antoine Colombani, portavoz del vicepresidente y comisario de competencia, Joaquín Almunia. Unas negociaciones que, aunque ya han transcurrido cuatro meses desde el fallo de Bruselas, siguen sin llegar a buen puerto y, lo peor, sin ninguna orientación sobre cuándo podrá estar cerrado. “La discusión todavía no ha terminado de forma que, pese a que el plazo límite expira hoy (por ayer) la recuperación solo podrá tener lugar después de que haya habido un acuerdo sobre este punto”, aclaró.

Bruselas sigue sin aceptar el montante de 126 millones anunciado por el Ministerio español de Industria

Palabras de las que se deduce que el Ejecutivo comunitario sigue sin aceptar el montante de 126 millones de euros anunciado por el Ministerio de Industria y cuya metodología de cálculo fue comunicada en septiembre pasado a los servicios de la competencia que dirige Joaquín Almunia, dentro de los plazos previstos. “No es infrecuente que en casos complejos de ayudas de estado se requieran discusiones más prolongadas entre la Comisión y el Estado miembro afectado”, recordó ayer Colombani sobre los procedimientos de recuperación de ayudas.

Esto significa que aunque el plazo oficial ya se ha cumplido -la normativa establece dos meses para informar a Bruselas sobre cómo se recuperará la ayuda y cuatro para ejecutar la decisión- la Comisión Europea descarta por el momento abrir un procedimiento de infracción contra España por no acatar la decisión del pasado 17 de julio y prefiere seguir negociando y trasladando la presión al Gobierno español.

Haya voluntad o no de negociación entre ambas partes, el principal damnificado en toda esta batalla negociadora es solo uno: un sector naval que cada día que pasa está más ahogado por la falta de financiación y de contratos, y sin inversores dispuestos a embarcarse en proyectos que requieren de millones de euros de capital para llegar a buen puerto.

PEDIDOS CONGELADOS De hecho, como adelantaba este diario el pasado sábado, La Naval de Sestao, con 238 trabajadores en plantilla, es uno de los muchos astilleros del Estado español que viven a la espera de que Bruselas y Madrid arreglen el entuerto. Su cartera de pedidos apenas tiene trabajo garantizado hasta el próximo mes de enero, con un único barco en construcción, aunque tienen otras seis ofertas de buques sin poder cerrar y a la expectativa de que concluya la negociación entre Madrid y Bruselas. Unos pedidos que de materializarse darían oxígeno al sector en un mercado con una competencia brutal de Asia como lo avala el dato de que los últimos cuatro buques metaneros encargados por Knutsen y Elcano se construirán finalmente en Corea y Japón.

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