Artículo en el diario Cinco Días de Luis Vilches Collado, vicepresidente 3º del CME, presidente de la Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos de España y Decano del Colegio Oficial de Ingenieros Navales y Oceáncios.

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El reparto del Contrato de estos barcos implicaría carga de trabajo para Bilbao, Ferrol y Cádiz

CINCO DIAS, 8 Nov. (Madrid).-Recientemente se han venido publicando informaciones sobre el proyecto de construcción de buques gaseros de Gas Natural, cuyo fletamento ha sido concedido a Knutsen y Elcano. En dichas informaciones se da a entender que la contratación de buques LNG se va a realizar en astilleros asiáticos supuestamente por falta de capacidad tecnológica de los astilleros españoles. Desde el Colegio y la Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos creemos que nuestros astilleros tienen la tecnología, experiencia y profesionales necesarios para hacer frente a este proyecto.

La construcción de buques para transporte de LNG necesita de una tecnología que está al alcance de muy pocos países, entre ellos España, cuyos astilleros tienen un reconocido y probado nivel tecnológico en la construcción de buques para transporte de LNG. De hecho, en los últimos diez años, ha construido para la propia Knutsen los siguientes barcos: Cádiz Knutsen (2004) construido en Navantia Puerto Real, Bilbao Knutsen (2004) y Sestao Knutsen (2007), construidos en Construcciones Navales del Norte (La Naval de Sestao). En cuanto a los LNG que posee Elcano, el Castillo de Villalba (2003) también fue construido por el astillero de Navantia en Puerto Real.

Además también se han construido LNG para otras navieras como el LNG Íñigo Tapias (2003), también realizado por La Naval de Sestao.

La propia Stream (Repsol-Gas Natural Fenosa) está actualmente operando, además de con varios de los buques de Knutsen y Elcano ya mencionados, con el Madrid Spirit (2004), construido en Puerto Real, y el Catalunya Spirit (2003), construido en La Naval. Estos siete buques mencionados están dando unos resultados excelentes y son una prueba evidente de que España posee la tecnología para su construcción, siendo los últimos astilleros europeos en entregar buques puramente para transporte de LNG.

Un contrato de estas características proporcionaría carga de trabajo a nuestros astilleros en un momento en que el paro castiga al país y en el que llevan más de dos años sin poder contratar a causa del procedimiento abierto por Bruselas, e instigado por nuestros competidores, contra el sistema fiscal de arrendamiento financiero aplicable a los contratos que, afortunadamente, ya está resuelto. Recordamos, además, que el sector de la construcción naval tiene un factor multiplicador del 2,53 en cuanto a empleo generado.

Es cierto que los buques LNG actuales tienen elementos novedosos como la nueva propulsión o el aislamiento, pero no es menos cierto que no son problema para los astilleros nacionales, que hace tiempo que vienen trabajando en estas novedades de forma satisfactoria. Es más, hay ahora más conocimiento incorporado que cuando se firmaron los contratos anteriores.

Otra prueba de que sí que tenemos la tecnología adecuada es que la experiencia de los astilleros nacionales no se centra solo en la construcción de este tipo de buques y en la actualización de conocimiento, sino que además se basa en las reparaciones y mantenimiento especializado de los mismos. Como ejemplo cabe destacar el acuerdo que en diciembre del año pasado firmaron Navantia, Reganosa y Gas Natural Comercializadora para ofertar un servicio integral que complete el ciclo de reparación y mantenimiento de gaseros incluyendo su puesta en operación posterior, lo que garantiza un producto más atractivo y competitivo a los operadores de los buques, además de generar mayor actividad para los centros de reparación.

La consecución de este nuevo contrato significaría la salida de la crisis para el sector de la construcción naval española. Aunque, en caso de no materializarse, enviaría un mensaje tremendamente negativo al mercado, ya que se trata de una demanda de buques por parte de un armador español, trabajando con un operador español, en un mercado cuya demanda mundial mantendrá un crecimiento sostenido ya que además cada vez más buques nuevos comienzan a instalar LNG para su propulsión. Asimismo, el reparto del contrato de estos barcos implicaría carga de trabajo para Bilbao, Ferrol y Cádiz (Puerto Real), zonas que se encuentran en situación muy crítica por ser la construcción naval una de las pocas actividades industriales con potencial en esas zonas.

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