El senador Enrique López Veiga participó en la elaboración de un estudio, presentado el pasado viernes en la Cooperativa de Armadores de Vigo donde se analiza el papel de las empresas pesqueras en la cooperación al desarrollo de los países donde realizan sus inversiones.

cmefoto29a

“Hay que vencer tópicos y estar orgullosos del resultado de las inversiones gallegas”

FARO DE VIGO, 29 Oct. (Vigo).- El ejemplo expuesto por López Veiga fue el de Namibia. En tal foro se cuestionó la escasa atención de la Unión Europea a la realidad exterior del sector pesquero, en parte por la “mala imagen” de una actividad donde las empresas gallegas son protagonistas.

-¿Comparte esta críticas que lanzó la conselleira do Mar?

-Pensamos igual. Estamos con una Política Pesquera Común en la que (a Bruselas) no le dio la gana de analizar lo que pasa en el mundo exterior de la pesca, no sé por qué. Si se hubiesen analizado las empresas mixtas españolas, gallegas, y se hubiese llegado a una conclusión negativa lo hubiera podido entender más o menos, pero que ni siquiera se hiciera el análisis me parece un disparate. Y por eso hay que tener una reacción y en este estudio en primer lugar tratamos de tirar muchos tópicos que hacen daño a la imagen de España.

-¿Por ejemplo?

-Hay organizaciones ecologistas que se han dedicado a denigrar lo que estas empresas conjuntas han hecho en países como Namibia. Una decía para demostrar lo malos que son los españoles que tenían unas plantas de última tecnología en Namibia. Uno piensa entonces que estamos en el mundo al revés. ¿Qué está pasando para que una cosa ejemplarizante en el sentido de que el concurso del capital español fue determinante para que Namibia de la nada pasara a potencia pesquera se presente como negativo, cuando es tremendamente positivo?

– ¿Por qué Namibia?

-Es un caso interesante porque es un país que de ceropasó a ser potencia pesquera mundial y eso lo hicieron en parte las empresas gallegas, que se atrevieron a invertir allí cuando abrió su mercado a la inversión extranjera y sin subvenciones, en una concepción liberal. Hay mecanismos de corrección, porque había una situación derivada del apartheid en la que había que favorecer a ciertos sectores de la población, que antes no lo estaban, cosa que sí hicieron nuestras empresas. Se creó mucho empleo y se hicieron muchas acciones de responsabilidad social corporativa y ahora el pesquero es junto con la minería el segundo sector estratégico del país. Y para Galicia eso tiene de positivo que mucho de eso se canaliza a través del mercado español, de los puertos gallegos, se vuelve a transformar en empresas gallegas y mueve mucho empleo en Galicia. Si el capital privado, como se reclama en todas partes, es deseable en la política al desarrollo, ¿cómo es posible que tengamos estos problemas en la pesca? Con Namibia desmontamos mitos.

-¿Cuáles?

– Por ejemplo, si tiene que haber un desarrollo de la pesca artesanal o de la industrial, cuando tienen que haber las dos y equilibradas, como pasa en Galicia, y tirar abajo la idea que se cuenta por ahí de que Galicia primero liquidó sus stocks y luego fue a buscar los de fuera. No es así. Es un mecanismo económico en el que se invierte en las costas de Galicia hasta que el coste marginal de una nueva unidad da beneficios. En el momento en que no da hay que buscar en otro caladero pero aquí la pesca sigue existiendo e incluso está bien desde el punto de vista de los stocks. Entonces esta serie de cosas hay que ponerlas en claro porque si dejamos continuar los tópicos se nos hace daño. Al revés, lo que tenemos es que estar muy orgullosos de lo que nuestras empresas han hecho, también en el mundo de la cooperación. Y lo que buscamos es cómo dar la vuelta a esto y cómo podemos conjuntar la ayuda tradicional al desarrollo con la iniciativa privada, que es por donde va la nueva política.

-En Namibia la actividad no se rige por acuerdos de la UE sino de forma privada. Los acuerdos de la UE suscitan problemas a la flota gallega, que los critica porque no responden a sus intereses…

-Ni al sector ni a los de España, ni a los de la propia UE. Lo que tendría que pensar la UE es que donde no intervino la pesca floreció, donde intervino cayó abajo e incluso está propiciando la entrada de las flotas chinas que van a hacer otras cosas y al final las prácticas de pesca no regulada van a florecer más. O sea, que la UE en la política exterior de pesca es un verdadero disparate. Porque ¿cómo es posible que a una persona con una ideología radical, como la de la comisaria Damanaki, y residual porque tampoco es mayoritaria, le damos una cartera de comisaria? Eso hay que revisarlo.

-No será tan residual cuando el Europarlamento la respalda?

-Tenemos un problema de imagen. No hay que tirarse de los pelos sino combatirlo porque los verdes tienen mucha ascendencia sobre los europarlamentarios y eso es una realidad que tenemos que contrarrestar. Nosotros lo intentamos haciendo una nueva teoría de lo que es el desarrollo pesquero.

Be Sociable, Share!