Los pescadores están expectantes por las negociaciones sobre la política de descartes, el reparto de cuotas y el futuro del Fondo Europeo de Pesca
LA NUEVA ESPAÑA, 16, Sep. (Gijón).- Los representantes de la flota ponen el acento en algunos asuntos «capitales» a resolver en la nueva campaña que se inicia este mes: el futuro del Fondo Europeo de Pesca, la clarificación de cómo se aplicará finalmente la nueva normativa para la reducción de los descartes y el esperado incremento de los totales admisibles de capturas (TAC). La expectación existente es paralela al deseo de que, por una vez, Bruselas abra la mano y no se muestre tan inflexible como viene siendo habitual en estas materias; el sector pesquero asturiano, en sintonía con los demás puertos de la Cornisa, destaca en su defensa que ya lleva muchos años acumulados de sacrificios -léase esfuerzo en materia de reconversión y contención del esfuerzo pesquero- y que «ya toca» inyectar algo de ilusión a una actividad económicamente asfixiada.
Como cada año, en el último tramo de este ejercicio los ministros de Pesca de la UE decidirán sobre los TAC (cupos) de 2014. Es la negociación de mayor interés para la flota del Cantábrico y en ese punto, la constatación de la mejora de la situación de la merluza del norte -la especie de mayor interés comercial para la flota asturiana- permite albergar esperanzas de lograr un incremento de cuota para este ejercicio, una petición que el sector cifra en cerca de 16.000 toneladas suplementarias. El propio ministro Miguel Arias Cañete, en la visita que hizo la semana pasada a Avilés, se mostró optimista sobre la posibilidad de lograr incrementos de cuota de hasta el 15 por ciento; y no sólo en merluza, también en especies como la xarda (caballa) o pixín (rape). El ministro resaltó que esas expectativas de incremento de cupos tienen un sustento difícil de rebatir: la constatación científica de que los stocks de esos recursos se han recuperado de forma notable en los últimos años.
El sector espera también que este otoño se ratifiquen decisiones negociadas y acordadas en la primera mitad del año. Entre ellas, el nuevo Fondo Europeo Marítimo y Pesquero (FEMP), que determinará las ayudas al sector entre 2014 y 2020. En este punto, según los representantes del sector, la prioridad de la flota es lograr que se mantengan las ayudas a la paralización definitiva, al desguace de flota. «Es fundamental que se mantengan las ayudas, como aprobó el Consejo. E incluso el Tribunal de Cuentas de la UE dijo que no tenían que desaparecer sino que había que hacer modificaciones legales para que se cumplieran adecuadamente», explican fuentes del sector, que esperan que muy pronto «se clarifique definitivamente» este punto porque, ante la situación actual de la flota, es «fundamental» que se mantengan esas ayudas».
La limitación y paulatina desaparición de las capturas no deseadas (descartes), uno de los mayores cambios propiciados por la reforma pesquera, preocupa enormemente a la flota, especialmente a la que opera en Gran Sol, que teme, con estas medidas, ver limitada su actividad a unos cinco meses al año. Sin embargo, el cómo se va a aplicar esta nueva política «todavía está en una nebulosa», según fuentes del sector. «Después de aprobarse la norma de descartes, la CE quiere ver cuántos se producen por pesquería para luego establecer las posibilidades de pesca, porque ya no habría TAC (tope) de desembarcos sino de capturas. Lo cierto es que desconocemos aún cómo se va a aplicar y, aunque sabemos que la CE tiene dificultades de aplicación prácticas para que no se pierdan posibilidades de pesca, eso tiene que aclararse muy pronto», sentencia un portavoz de los armadores.
