La llegada del buque escuela de la Armada española «Juan Sebastián de Elcano» revolucionó Avilés. Cientos de personas se aproximaron hasta el muelle del Niemeyer, donde atracó, con distintos objetivos: hacerse una foto con la embarcación de fondo, observar el paso militar de los guardias marinas o rememorar historias de un pasado mecido por la mar.

cmefoto09h

Cientos de personas abarrotan a lo largo del día la plaza del Niemeyer para recibir al buque escuela y conocerlo por dentro gracias a las visitas guiadas

LA NUEVA ESPAÑA, 09 Jul. (Avilés).- Tras 40 años trabajando en el mar, la avilesina Rosa Hoyos, jubilada de una empresa consignataria de buques, afirmó: «Quienes trabajan en la mar nunca pensaron que iban a ver cruceros ni buques como este en la ría de Avilés». Manuela Álvarez, jubilada, explicó: «Los cruceros y los transatlánticos son el comienzo de un futuro nuevo, aunque costoso por la crisis». El entusiasmo de los avilesinos quedó patente en cada una de sus declaraciones.

Hasta Avilés se desplazaron también numerosos familiares de los tripulantes de «Elcano». Fue el caso de Marta Olmedo, Sonia Vila y Álvaro Varela, madre, novia y hermano de Guillermo Varela, aspirante de cuarto año en instrucción. Naturales de Ferrol, los familiares aseguraban haber venido exclusivamente a ver la llegada del buque: «Es precioso, es otro mundo, lo tienen perfectamente cuidado y mantenido. Merece la pena, va a sorprender», dijo Olmedo. Asimismo, Varela animó a todo el que pueda a visitar el interior: «No es lo mismo verlo por dentro que por fuera».

Miembros de la tripulación se acercaron a las inmediaciones del Niemeyer para encontrarse con amigos y familiares. Cristian Baeta, procedente de Cádiz y marinero-radio en el navío, explicó: «Llevo seis años formando parte de la tripulación. Es muy sacrificado, paso mucho tiempo fuera de casa navegando a vela». Pero no todo es negativo. Con el «Elcano» se conoce mundo: «Ahora venimos de Holanda, y llevamos mes y medio viajando por Europa. Antes, estuvimos cinco meses en América», explicó.

Sin duda, los más emocionados eran los tripulantes de la región. Rubén Sánchez, gijonés, es cabo primero. Como asturiano sentenció: «Los mejores recibimientos son los de Asturias». Después de cuatro años a bordo de la embarcación, Sánchez aseguró que «se echa mucho de menos a la familia».

Lo que queda claro es que el «Elcano» traspasa fronteras. Julio Villar, de Mieres, aprovechó la ocasión para acercarse a Avilés: «Es impresionante, he oído que venía de Santander y allí tuvo mucha expectación, por lo que no dudé en acercarme», manifestó. Para José San Francisco, de San Sebastián, la visita de «Elcano» a Avilés fue una «maravillosa coincidencia».

«Vengo del viaje Transcantábrico, y aproveché la ocasión para ver el Centro Niemeyer. Aquí me encontré con esta agradable sorpresa», explicó el turista, uno de los muchos que ayer se llevaron una ciudad y un buque en sus cámaras de fotos.

Be Sociable, Share!