Hace un año el Gobierno Español autorizó 5 permisos para realizar prospecciones petrolíferas en el Golfo de Valencia que están a punto de empezar con el propósito de cubrir un área de 4.000 kilómetros cuadrados frente a la Costa Valenciana y 28 kilómetros de Ibiza.

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En una petición dirigida al Gobierno de España y Ministerios de Industria y Medio Ambiente pide que se no se hagan las prospecciones petrolíferas en el Golfo de Valencia y entorno de las Islas Columbretes e Islas Baleares

EA, 25 Jun. (Madrid).- Para evitar todos posibles daños ecológicos, según la petición, existen alternativas energéticas al petróleo. Por ejemplo, según un informe del Cluster Marítimo Español la energía eólica marina será una alternativa energética e industrial con capacidad para crecer exponencialmente en los próximos años y generar riqueza y miles de puestos de trabajo.

Lamentablemente, EA, la zona del estudio coincide con el corredor de migración de cetáceos del Mediterráneo Norte y está solo a 11 kilómetros de las islas Columbretes, ambas zonas de alto valor ecológico y declaradas como ZEPIM (Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo) por el Convenio de Barcelona. Preocupados con las consecuencias que pueden tener estas actividades a los ecosistemas marinos y la socioeconomia relacionada con el sector del mar como la pesca y el turismo, exigimos al gobierno Español que abandone el proyecto de investigación y extracción de hidrocarburos en el Golfo de Valencia y fomente de forma consistente la utilización de energías limpias y renovables.

Los ciudadanos firmantes de esta petición estamos alertados ante la posibilidad de que se realicen prospecciones petrolíferas en nuestro mar mediterráneo por los argumentos que se expondrán a continuación. Entendemos que sería un grave error y una irresponsabilidad por parte del Gobierno Central si finalmente autorizara las prospecciones petrolíferas, máxime cuando existen alternativas como las energías renovables para generar energías limpias y sostenibles en nuestro país. Los políticos que apoyen la autorización para las prospecciones petrolíferas serán los responsables futuros de cualquier catástrofe medioambiental y humana consecuencia del inicio y ejecución del proyecto de búsqueda y extracción de petróleo. A este respecto basta sólo con recordar la reciente catástrofe de la plataforma petrolífera operada por la petrolera BP en el Golfo de México, con un vertido que afectó seriamente el litoral de cuatro estados, Luisiana, Mississipi, Florida y Alabama, con un total de 944 Km. de litoral dañados ambiental, social y económicamente. Una catástrofe similar en el Golfo de Valencia, en un mar relativamente pequeño y cerrado, supondría sin duda el fin de la vida en nuestras costas y el fin de la actividad pesquera y turística de nuestro territorio. Por lo tanto, los ciudadanos no estamos dispuestos a correr este riesgo y le exigimos a los políticos responsables que tampoco lo hagan.

Existen claros argumentos en contra de la realización del proyecto para los sondeos y extracción de petróleo, entre ellos, informes técnicos y científicos que alertan de los daños ocasionados a los recursos marinos por los sondeos acústicos (mediante explosiones submarinas) en busca de petróleo, tales como:

Daños a las poblaciones de peces y al sector pesquero:

Si tomamos como referencia casos de proyectos similares como los conocidos en el Mar del Norte, los datos de disminución de poblaciones de peces son alarmantes durante y después de los sondeos acústicos en busca de petróleo, con reducciones del 35 por ciento para especies que viven cerca del fondo del mar (demersales) y 54 por ciento para especies pelágicas. Igualmente se podrían ver afectados el marisco, los cefalópodos, el plancton, los huevos y las larvas de peces. Otros estudios realizados en Canadá sobre los efectos de las prospecciones acústicas confirman daños a los recursos, especialmente a los huevos y larvas. Dichos estudios alertan también de cambios en los patrones de migración de las especies pudiendo afectar a procesos vitales tales como la alimentación y el desove. Otras investigaciones científicas han demostrado que las prospecciones provocan lesiones internas a los cefalópodos (calamares, sepias y pulpos) así como cambios en el comportamiento y huida.

Por lo tanto, de producirse los sondeos acústicos en el mediterráneo en busca del petróleo, cabría esperar una reducción notable de las poblaciones de peces pudiendo tener consecuencias fatales para los recursos pesqueros y por lo tanto para la actividad pesquera. Teniendo en cuenta la ya de por si delicada situación del sector pesquero, este hecho podría suponer el golpe de gracia definitivo para acabar con la pesca en la zona del Levante español y parte del Mar Balear. De hecho, ya existen precedentes en otros países donde los pescadores del Golfo de San Jorge (Argentina) denunciaron la desaparición de la pesca durante 19 meses, tras la realización de sondeos acústicos para las tareas de exploración petrolera, dejando sin sustento a miles de familias que vivían directa o indirectamente del sector pesquero.

Daños a los Cetáceos (delfines y ballenas):

Los mamíferos marinos son especialmente sensibles a los sondeos acústicos empleados para la búsqueda de petróleo. El ruido provocado por las detonaciones de los cañones sónicos se intensifica en el mar y se propaga a gran velocidad dañando gravemente a los delfines y ballenas de las zonas afectadas, pudiendo provocarles daños graves auditivos, dolor extremo, hemorragias internas e incluso la muerte. Ya se ha documentado la muerte masiva de miles de delfines varados en la costa del Perú coincidiendo con sondeos para la exploración de petróleo. Un informe alerta de que 180 decibelios es el nivel límite de intensidad sonora que puede producir daños fisiológicos irreversibles en cetáceos, mientras que los sondeos acústicos alcanzarán de 259 a 265 decibelios. Además a niveles mas bajos, la perturbación acústica provocada por las explosiones submarinas tiene el potencial de interferir con funciones naturales, como la alimentación, migración, las interacciones sociales (incluida la cría) y la navegación. A este respecto, investigadores han documentado el desplazamiento masivo de rorcuales desencadenado por el ruido de una prospección geofísica a 285 Km. de distancia del área de estudio. Este hecho es aún más preocupante si consideramos que las zonas de prospección petrolífera coinciden con la principal ruta de migración de cetáceos del Mediterráneo occidental siendo esta zona importante para la supervivencia de las diversas poblaciones de estas especies. Dicha ruta de migración fue presentada por un grupo de expertos y publicada por el Ministerio de Medio Ambiente. En concreto, los sondeos pueden afectar a especies que usan este espacio, como son el delfín común, delfín listado, calderón común, calderón gris, cachalote y rorcual común (especie en peligro de extinción) y a otras especies como las tortugas marinas, que requieren una protección estricta.

Es necesario recordar que los cetáceos están protegidos por varios tratados y convenios internacionales ratificados por el estado español. Todas estas especies figuran en el anexo IV y una en el anexo II de la Directiva Hábitat aprobada por la UE el 21 de mayo de 1992, señalando que las especies incluidas en el anexo II “deben ser objeto de medidas especiales de conservación del hábitat. Además, el corredor de migración de cetáceos que coincide con la zona de las prospecciones es zona ZEPIM (zonas especialmente protegidas de importancia para el Mediterráneo) y es un espacio protegido de acuerdo a lo establecido en el Convenio de Barcelona.

Daños a las tortugas marinas:

Existen estudios que han demostrado que las tortugas marinas utilizan y reciben sonidos de baja frecuencia, entre 250-750 Hz lo cual coincide con la frecuencia de los sonidos emitidos por las prospecciones de hidrocarburos. La audición de baja frecuencia ellas la utilizan para evitar predadores y posiblemente para detectar y regresar a las playas donde nacieron y depositar sus huevos. Estudios donde tortugas marinas fueron expuestas a los disparos de los cañones de aire a distancias desde aproximadamente 20 metros hasta 2 kilómetros observaron cambios en el comportamiento de las tortugas, como por ejemplo aumento en su actividad natatoria, alejamiento de la fuente del sonido y agitación. También se observó una disminución temporal en la audición en algunos individuos. Consecuentemente, los estudios sísmicos pueden tener efectos adversos a estas especies también, tanto a nivel individual como de población, lo cual es preocupante teniendo en cuenta que la zona del estudio coincide con la zona de alimentación estival y de migración otoñal de la tortuga boba (Caretta caretta).

Las tortugas marina son especies protegidas por tratados tanto naciones como internacionales. La tortuga boba por ejemplo, aparece en Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (CNEA) y en los anexos II y IV de la directiva Hábitat, entre otros tratados sobre la conservación y protección de especies amenazadas.

Daños a las aves marinas:

Especies en peligro de extinción como la pardela balear (Puffinus mauretanicus), que tiene el 90 por ciento de su población mundial en Ibiza y Formentera, conservan sus zonas de cría a tan sólo unas decenas de kilómetros de las áreas donde están previstos los sondeos en busca de petróleo. Por otro lado, estudios indican que la zona de la plataforma continental valenciana donde se van a realizar los trabajos de prospección coincide con una de las zonas de alimentación de estas aves en peligro. También se verían afectadas otras especies de aves marinas protegidas como la gaviota de Audouin debido a la reducción de las poblaciones de peces de las que se alimentan.

Además de los daños a los recursos marinos, las prospecciones petrolíferas podrían afectar gravemente a importantes espacios naturales y de forma especial al sector turístico de costa:

Daños a Espacios naturales Protegidos y Lugares de Interés Comunitario:

Dada la proximidad de las zonas de prospecciones petrolíferas a los espacios protegidos y Lugares de Interés Comunitario de la Red Natura 2000, son de esperar graves afecciones a los diversos elementos naturales de estas zonas. Entre los espacios naturales afectados, hay que destacar 66 espacios naturales protegidos pertenecientes a la Red Natura 2000 y que se encuentran a escasa distancia de las zonas de prospección, tales como Ses Salines, Islotes de Ponent de Ibiza (ambas zonas además declaradas Zonas de Especial Protección para las Aves, ZEPA), Montgó y Cap de San Antoni o Almadraba, así como hábitats marinos de profundidad y cetáceos, como el Delta del Ebro-Columbretes.

Además el área de permiso Benifayó, coincide en parte con la delimitación de una futura Zona de Protección de Aves ( ZEPA) marina que actualmente está en estado de tramitación por parte del Ministerio de Medio Ambiente (Plataforma y talud marinos del Cabo de La Nao) y del corredor de cetáceos, que será una Zona de Especial Protección del Mediterráneo (ZEPIM).

En el caso concreto de la Reserva Marina de las Islas Columbretes la zona de prospección se situaría a tan sólo 11.1 km, poniendo gravemente en peligro una reserva marina de gran interés pesquero como zona de alimentación y cría de especies gran valor comercial como el mero, la langosta o el atún rojo.

Es necesario recordar, que está previsto un nuevo Fondo Económico Europeo de Política Marítima y Pesca que se aplicará a partir del 2014 y estará dotado con más de 6.000 millones de euros, destinados a la conservación y reestablecimiento de la biodiversidad y a la sostenibilidad de la costa ligada a la gestión de la Red Natura, favoreciendo la creación de empleo mediante la diversificación en otros sectores relacionados con la pesca (como por ejemplo actividades de acuicultura, comercialización y turismo). Estos fondos económicos europeos serán de enorme importancia para España, y podríamos perder los si el Gobierno Central diera prioridad al proyecto de prospección petrolífera en lugar de la gestión sostenible de la actividad pesquera y turística de nuestras costas, puesto que se trata de actividades incompatibles.

Daños por contaminación debido al Vertido de sustancias tóxicas y por contaminación acústica:

Durante las perforaciones de las prospecciones, se suelen arrojar directamente al mar lodos y productos químicos, además de derramarse accidentalmente residuos oleosos procedentes de esas perforaciones. Entre estos compuestos pueden figurar el benceno (cancerígeno), el tolueno y el xileno (afección al sistema nervioso, insuficiencias renales y hepáticas), metales pesados como el mercurio, el cadmio, el, plomo y el arsénico, según señalan informes. Todos estos materiales empleados en las perforaciones son bioacumulativos y se insertarían en la cadena trófica hasta llegar a niveles letales, produciendo afecciones irreversibles sobre el conjunto de seres vivos de la cadena trófica, incluyendo los humanos. Además, las playas y costas se verían directamente afectadas ante posibles vertidos accidentales de petróleo, cerrándolas al turismo.

También se producen otros tipos de contaminación como la acústica producida durante las labores de búsqueda de hidrocarburo y que tiene el potencial de afectar muy negativamente a las poblaciones de ballenas, delfines y peces. De hecho, el elevado nivel de ruido que generan las detonaciones submarinas, es el principal problema ambiental de las prospecciones sísmicas.

Daños y Afección al turismo:

Materiales oleosos con contaminantes derivados de las perforaciones pueden acabar depositándose sobre las arenas de nuestras playas y también mezclándose con las aguas marinas, acabando con las banderas azules de nuestras playas. Ambos efectos supondrían impactos muy graves sobre los sistemas litorales y playas de las islas y de los municipios costeros del Levante español.

Las playas de Baleares, Valencia, Castellón o Alicante se podrían ver afectadas ante vertidos accidentales de petróleo, con graves repercusiones sobre sectores económicos como el turismo, uno de los principales generadores de ingresos en nuestro País. Por lo tanto, un accidente frente a las costas españolas podría ocasionar una marea negra que afectara a estos sectores clave. En el caso de las Islas, sería especialmente grave porque también dañaría el abastecimiento de agua potable.

A los políticos responsables de autorizar finalmente las prospecciones petrolíferas les pedimos que se replanteen su postura, especialmente al Presidente del Gobierno de España D. Mariano Rajoy Brey, al Ministro de Industria, Energía y Turismo D. José Manuel Soria López y al Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente D. Miguel Arias Cañete, cuyas decisiones de aprobar o no aprobar dicho proyecto serán vinculantes. Les pedimos que piensen seriamente en las graves consecuencias que el proyecto de prospecciones puede acarrear a sectores clave como el turismo y que afectarían muy negativamente a nuestra imagen turística internacional. Igualmente, espacios protegidos, especies en peligro de extinción y otros sectores económicos como el de la pesca y la acuicultura, estarían amenazados de salir adelante el proyecto petrolífero.

Los riesgos potenciales de estas prospecciones forman parte de una estrategia energética peligrosa y a nuestro entender equivocada, considerando además que se trata de un mar cerrado como en el Mediterráneo.

Por todos los argumentos expuestos anteriormente, instamos al Gobierno a que desestime el proyecto de prospecciones petrolíferas y apruebe y emprenda un cambio en el modelo energético español en el que apoye definitivamente las energías alternativas y renovables como motor económico de progreso.

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