El ministro de Defensa, Pedro Morenés, reconoció el pasado marzo en Rota que la Armada no cuenta con dinero para contratar nuevos barcos, «pero el Gobierno hará todo lo que pueda por favorecer el negocio a Navantia». Estas palabras del ministro tienen un significado muy especial ahora cuando los astilleros gaditanos llevan un año parados.

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La Armada ha prestado al Gobierno de Camberra el ‘Cantabria’ para que compruebe su operatividad durante nueve meses

LA VOZ DIGITAL, 13 May. (Cádiz).- El Ejecutivo español ha optado por aliarse con la empresa pública para buscar clientes y aliviar su grave situación financiera. De esta forma, una de las iniciativas que ha tenido el Ministerio ha sido ofrecer sus barcos a clientes potenciales de Navantia para que comprueben su operatividad y calidad. Este es el caso del Buque de Aprovisionamiento en Combate (BAC) ‘Cantabria ‘, que lo ha cedido durante nueve meses a la Marina de Australia.

Este barco se construyó entre 2004 y 2009 en el astillero de Puerto Real y es una de las unidades más versátiles de la flota española. El BAC está concebido para la aportación de munición, víveres, agua o combustible a otras embarcaciones en plena navegación. El ‘Cantabria’ puede suministrar combustible a tres buques de manera simultánea y esta preparado para aprovisionar aeronaves en vuelo y helicópteros.

El Gobierno australiano es uno de los mejores clientes de Navantia. De hecho, en 2007 se convirtió en cliente preferente de la compañía española al firmar un contrato histórico de 2.000 millones de euros. Australia encargó a Navantia la construcción de dos portaaviones (LHD), similares al ‘Juan Carlos I’, y tres destructores, casi idénticos a las fragatas españolas F-100. El contrato se ha ampliado recientemente con la contratación de doce lanchas de desembarco. El acuerdo inicial con Australia toca a su fin. El astillero de Ferrol terminó el pasado año el portaaviones ‘Camberra’ y en breve entregará el segundo, el ‘Adelaide’. Las fragatas se construyen allí por transferencia tecnológica y las lanchas de desembarco se fabrican en el astillero de San Fernando. De lo que se trata ahora es de posicionarse ante la segunda fase. El Gobierno australiano adjudicará en 2014 la construcción de dos buques de aprovisionamiento y Navantia tiene papeletas.

Así, la Marina de Australia tendrá a su disposición hasta noviembre el buque de aprovisionamiento ‘Cantabria’. Esta cesión es a coste cero, es decir, Australia corre con todos los gastos de manutención del buque durante este tiempo, así como, con los de su dotación. El barco llegó a Melbourne el pasado 13 de febrero con 145 marinos españoles y 12 australianos. Tanto Morenés como el titular de Defensa australiano, Mike Kelly, reconocieron que las relaciones entre ambos países son excelentes y la cesión del ‘Cantabria’ forma parte de las relaciones bilaterales y de una estrategia comercial conjunta.

Asimismo, ambos subrayaron la coincidencia de objetivos comunes en el ámbito de la política internacional, de lucha contra el terrorismo, en favor de la paz y la estabilidad y en la importancia de colaborar en materia de ciberseguridad. La primera ministra, Julia Gillard, respaldó la necesidad de permanecer unidos para luchar por los objetivos comunes de ambos países en el mundo.

La presentación de barcos españoles como gancho no sólo se hace con Australia. La Armada española trasladó el pasado diciembre a Ciudad del Cabo, Sudáfrica, el Barco de Acción Marítima (BAM) ‘Relámpago’. Este país es actualmente uno de los potenciales clientes de Navantia. Los BAM son barcos que se pueden adaptar a los requerimientos de la Armada de Sudáfrica. Por otra parte, la compañía mantiene el pulso en Catar, donde está en juego un contrato para la construcción de cuatro corbetas, seis patrulleros y un buque de apoyo logístico.

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