El supuesto descubrimiento en las costas de Galicia del que puede ser uno de los barcos que sobrevivió al desastre de la Armada Invencible, La Ragazzona, ha servido para que César Vidal explique en Es la Mañana de Federico los entresijos de uno de los momentos clave de la Historia de España.

cmefoto12e El director de Es la Noche ha comentado en Es la Mañana los entresijos del desastre de la Armada Invencible

LIBERTAD DIGITAL.com, 12 Mar. (Madrid).- A preguntas de una oyente, el director de Es la Noche… ha contado que el desastre de la Armada Invencible “es uno de los episodios que la propaganda deforma mucho y acaba siendo una cosa diversa” de lo que en principio fue. Los ingleses dicen que “fue una victoria impresionante frente la armada española” y los españoles lo resumen en una conocida frase de Felipe II: “Mandamos los barcos para combatir a los ingleses y no contra las tempestades”.

César Vidal ha afirmado que “la realidad está en un término medio, más cercano a las tesis españolas que a las inglesas” y que “en contra de lo que se ha dicho” la Armada Invencible “no era una armada que fuera a combatir a la flota inglesa sino una flota de desembarco como la que desembarcó en junio de 1944 en las costas de Normandía”.

La finalidad de la Armada Invencible

El director de Es la Noche… ha contado que “era bastante clara: desembarcar en Inglaterra, se suponía que se iba a producir una sublevación católica que iba a derrocar a Isabel I de Inglaterra, reimplantar el catolicismo, evitar las ayudas que daban a los rebeldes flamencos y ganar un aliado para España”.

Sin embargo “había otro supuesto” que consistía en que “un año antes a que partiera la escuadra a finales de mayo de 1588 desde Sevilla” se contaba con que “la escocesa María Estuardo se sentaría en el trono inglés”.

Esta última opción se vio desbaratada por “el excelente servicio de inteligencia de Isabel I” que “acabó haciéndose con las cartas de María Estuardo” por lo que “fue decapitada por alta traición”.

Un desembarco “imposible”

César Vidal ha comentado que “el problema de la Armada Invencible, que supo ver el general Alejandro Farnesio, fue que el desembarco era imposible”. La idea de Felipe II era que “la escuadra bordeara la costa española, pasando por Portugal, Galicia y Vizcaya y subiera bordeando la costa Francesa y a la altura de Dunquerque se le unieran las tropas de Farnesio, un total de 30.000 sacados de Flandes”.

“Alejandro Farnesio, que llevaba cuatro años diciendo que eso no era posible, había conseguido prácticamente pacificar los Países Bajos y tenía claro que lo que había que hacer”, ha contado César Vidal. El director de Es la Noche… ha contado que Farnesio quería “llegar a un acuerdo con Isabel I, que tenía una mala situación en las finanzas y estaba dispuesta”.

Ese acuerdo se basaba en que “teniendo los Países Bajos prácticamente controlados” se llegara a “una paz con Inglaterra y que ellos dejaran de ayudar a los rebeldes flamencos” para poder pacificarlo del todo”. Claro que “si sacaban los 30.000 soldados de Flandes se quedaba casi desguarnecido” y “se produciría una nueva rebelión en que sería más difícil de sofocar”.

Uno de los alicientes que tenía el emperador Felipe II y que apoyaba su tesis para el desembarco era que “el Papa de Hierro, Sixto V, le prometió un millón de ducados de oro en el momento en que desembarcara en Inglaterra” para favorecer la rebelión católica.

Las batallas contra los ingleses

César Vidal ha explicado alguna de las claves que provocaron el desastre del intento de invadir Inglaterra por parte de España. Los españoles se sorprendieron cuando en el “primer enfrentamiento”, que se produjo el 31 de julio en el Canal de La Mancha, “la formación de los ingleses”.

Hay que aclarar que “los españoles estaban todavía con la idea de Lepanto”, cuando “Don Juan de Austria ordenó que se serraran los espolones para acercar las naves españoles a las turcas y poder abordarlas”. César ha contado que “este tipo de combate había funcionado muy bien en Lepanto, con buen tiempo y con los turcos enfrente”.

El problema radicó en que los españoles “siguen llevando una formación en cuña, en v invertida, que era la misma de Lepanto”. Vidal ha añadido que “esta formación rompía la flota del adversario, la dispersaba, permitía abordarla y se producía un combate en el mar similar al que los tercios desarrollaban en tierra” en el que los españoles tendrían superioridad.

Unido eso a que “los ingleses navegan en una sola línea, que les hacía menos expuestos a la artillería enemiga; tenían mejores cañones, con un mayor alcance y maniobraban mucho mejor” el desastre estaba asegurado. César Vidal ha dicho que “con toda la superioridad inglesa en términos tecnológicos” en ese primer enfrentamiento “la marina española pierde dos barcos y porque chocaron entre ellos”.

Hay que añadir que “los ingleses estaban ciertamente desconcertados” porque “pensaban que iba a ser una invasión” y contaban con sorprender a la Armada en La Coruña”. Cuando “se enteran de que están en el Canal de La Mancha, Francis Drake estaba jugando a los bolos y dijo la famosa frase de ‘dejemos los bolos y vayamos a por los españoles'”.

La siguiente batalla es en Portland Ville donde “la Armada intentó acabar con la flota inglesa y solamente perdió un barco en ese enfrentamiento”. César ha comentado que “para una armada de 160 barcos no es una gran pérdida”.

“El gran enfrentamiento es más cerca de Calais, en la conocida batalla de Gravelinas, en la que los españoles pierden 3 galeones” ha afirmado el director de Es la Noche…. Es verdad que “ni Alejandro Farnesio había podido mandar a los soldados” ni “había manera de desembarcar con la flota inglesa por medio”. El desembarco fracasa pero “no se puede hablar de una derrota naval”.

Las tempestades

César Vidal ha contado que “el 9 de agosto, cuando la Armada que se ha quedado sin munición y por lo tanto no pueden desembarcar en Inglaterra, deciden volver a España”. El problema es que “se encuentran con una tormenta de dimensiones salvajes”. Tan salvaje es esa tormenta ha dicho César que “los capellanes dan una absolución general a todos los marinos, pensando en que no se salvarían”.

“Como es imposible remontar desde el norte de Francia hasta España se decide rodear Escocia e Irlanda y bajar hasta España” ha explicado César. La idea “no es tan disparatada” porque “el rey de Escocia Jacobo era católico y los irlandeses también”, claro que no contaban con que “el rey de Escocia no apoyó en absoluto a los españoles y los irlandeses se dedicaron a degollar a todos los marinos españoles que llegaron a sus costas”.

“Eso fue desastroso para la Armada, que en medio de la tormenta tiene que hacer esa maniobra y ahí España pierde sesenta navíos incluidos cinco de los grandes comandantes y 20.000 hombres”. Esta debacle no significó la el hundimiento del prestigio de la flota española que siguió teniéndolo hasta medio siglo después.

César Vidal ha remarcado que “el gran culpable ni fue Medina Sidonia, que no era un marino y mostró una frialdad de ánimo en situaciones terribles admirable, ni fue Alejandro Farnesio”. El gran responsable de este desastre “fue Felipe II, que era un iluminado”.

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