Mauritania segó de raíz todas las esperanzas que la flota cefalopodera gallega tenía depositadas en la reunión que hoy celebra en París la comisión mixta que vela por el acuerdo pesquero suscrito entre el país magrebí y la Comisión Europea.
Nuakchot pidió la exclusión de los cefalopoderos de la renegociación del pacto
LA VOZ DE GALICIA, 19 Feb. (Vigo).- Confiaba en que, después de todas las voces críticas, lanzadas desde el sector, los Estados miembros afectados, los científicos, la Eurocámara…, los negociadores de ambos bandos limasen las aristas que mantienen amarrados a puerto a 21 buques cefalopoderos, pero también a una cifra similar de marisqueros y a otros tantos arrastreros pelágicos y se despejase el camino del regreso a un caladero que, al menos para los gallegos, es prácticamente su única razón de ser.
Pero ayer, desde la Secretaría General de Pesca llegó el jarro de agua fría: a petición de Mauritania, la cuestión de los cefalopoderos se retiró del orden del día de la comisión mixta. No se debatirá su vuelta, porque Nuakchot no está dispuesta a ceder sus excedentes de pulpo a la flota comunitaria.
Ni que decir tiene que el gerente de la patronal cefalopodera, Anacef, anuló el billete rumbo a París. Y que los armadores de esta modalidad de pesca empiecen ya a cruzar los dedos para que fracasen las negociaciones con marisqueros y pelágicos. No es que quieran para ellos los mismos males que les acechan, pero es que esa es la única salida de emergencia que ven abierta, la que acarrearía un rechazo seguro por parte del Parlamento Europeo (PE) y, por tanto, la ansiada negociación de un nuevo acuerdo pesquero.
Aunque es un fuerte varapalo, Anacef admite que tenía sospechas de que la comisión mixta no iba a ser más que un «paripé», según señala Francisco Freire, presidente de la patronal cefalopodera.
Informe científico
El pálpito venía por las dos suspensiones de la reunión del comité científico vinculado al protocolo, la prevista para el 31 de enero y la fijada para el 15 de febrero: «Si fose algo serio habería sobre a mesa un informe científico e non o había; non houbo vontade de facelo, non sei se por parte de Bruxelas ou por parte de Mauritania», dijo Freire.
