La Agencia Comunitaria de Control de la Pesca (ACCP) mantendrá este año un presupuesto de 9,2 millones de euros, la misma cantidad de la que dispuso el pasado ejercicio y ello en plena época de recortes que también afectan a las instituciones europeas. Así lo indicaron fuentes del organismo comunitario con sede en Vigo, que confirmaron el visto bueno de la Autoridad Presupuestaria de la UE a la propuesta del Consejo de Administración de la ACCP de mantener en 2013 la cantidad presupuestada en 2012. Hay que señalar, sin embargo, que esta cantidad representa una reducción de un tercio respecto a los más de 12 millones de que dispuso la ACCO hace dos años, en 2011.

 El organismo prorroga los recursos de 2012 tras sufrir el año anterior un recorte de su asignación – Un millar de inspectores de países de toda la UE se formaron en Vigo 

FARO DE VIGO, 16 Ene. (Bruselas).- Para este año, la ACCP se plantea reforzar su labor en formación, que el año pasado se saldó con más de un millar de inspectores pesqueros y formadores de todos los países de la UE, asistentes a las actividades organizadas y coordinadas por el organismo. El objetivo de esta "intensa" labor formativa es "estandarizar" las actividades de control en los distintos estados de la UE. Y para este próximo año, lejos de relajarse esta vocación, la actividad formadora, continuará y se intensificará de forma que la Agencia ejerza cada vez más como "centro de capacitación", según se señala desde la propia ACCP.

El pasado año los inspectores de los distintos estados comunitarios recibieron, por parte de personal de la Agencia, capacitación sobre los sistemas de control de la actividad pesquera en el mar, el primero de los módulos formativos diseñados por la Agencia comunitaria -que también se centrará posteriormente en inspecciones en tierra y en la cadena de comercialización- para lograr que las inspecciones y controles se realicen según los mismos métodos y estándares, especialmente en lo que se refiere al seguimiento de los denominados "planes de despliegue conjunto" que tiene en marcha la Agencia para evitar incumplimientos de la legislación en diversas pesquerías en aguas comunitarias o donde faena la flota pesquera de la UE. En concreto, los planes afectan a áreas como Nafo, las aguas atlánticas occidentales (pesquerías de pelágicos), atún rojo en el Mediterráneo y el Atlántico, el bacalao del Mar del Norte o el rodaballo en Rumanía.

Y es que una de las claves, a juicio de los responsables del organismo comunitario, es conseguir que las inspecciones pesqueras sigan los mismos patrones en todos los países de la UE.

Un paso más en esa dirección es también la elaboración de un "manual de inspección" por el que deberán regirse los inspectores de la UE y que este mismo año se pondrá en servicio con formato y vocación de plataforma digital accesible por internet para facilitar la equiparación de los métodos de control e inspección que realice el personal de los distintos estados miembros de la UE.

La utilización de las nuevas tecnologías, incluso con apoyo de otros organismos comunitarios, es una de las apuestas de una Agencia "a dieta" presupuestaria para afrontar sus objetivos en una época de recortes.

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