El Colegio Oficial de Ingenieros Navales y Oceánicos de Asturias teme por su futuro. Así se refleja en el informe anual que presentará su decano, Leopoldo Bertrand, en el transcurso de la cena de Navidad del colectivo, que tendrá lugar a las nueve de esta noche, en la Quinta del Ynfanzón. Según ese informe, la situación de la entidad colegial es «difícil y delicada, ya que nuestra profesión se encuentra sumida en unos cambios inciertos y amenazantes».

 Leopoldo Bertrand dejará de presidir al colectivo el año que viene, al renovarse tres cargos directivos 

EL COMERCIO, 16 Nov. (Gijón).- Los principales obstáculos que están encontrando estos profesionales son las incertidumbres planteadas por el proceso de Bolonia, el descenso de ingresos -al dejar de ser obligatorios los visados y por la situación de crisis del sector-, la eliminación de la colegiación obligatoria y la crisis general del país. Por ello, Bertrand concluye que «todo aboca a una situación insostenible».

De las titulaciones del plan de Bolonia, el decano del colegio critica que la ingeniería tiene «más de 600 grados y de 200 máster», lo que hizo que países como Alemania, Bélgica, Suecia o Francia no lo aplicaran, mientras que Italia está volviendo al modelo anterior.

El informe anual también incluye la situación del tax-lease para la financiación de la construcción naval. La Unión Europea ha abierto un expediente al respecto y los astilleros se podrían ver obligados a devolver 9.000 millones de euros. La alternativa que se plantea, según el decano, es el leasing operativo, una opción «válida y real, con la que se pueden conseguir reducciones de precios importantes». Ante esto, el colegio ha de reducir gastos, reestructurar sus delegaciones territoriales, cambiar los estatutos y servir a la Administración y la Dirección General de Marina Mercante.

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