El presidente de la Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos de España, José Esteban Pérez, reivindicó ayer condiciones para mantener los astilleros europeos y utilizó un juego de palabras para advertir que, si el sector desaparece, «los armadores podrán seguir haciendo los barcos donde quieran, pero sólo si los de donde quieran quieren. De eso parece haberse olvidado la Unión Europea».

 Juan Velarde destaca la ‘renta de situación’ de los puertos españoles, pero detecta factores negativos como el alto coste de la energía 

EL COMERCIO, 18 Oct. (Gijón).- El problema planteado por el presidente de los ingenieros navales españoles en el acto oficial de presentación de su 51 congreso, que tendrá lugar hoy y mañana en Gijón, se adereza con el dato de que el 90% de las importaciones y exportaciones de todo el mundo se realiza por vía marítima, lo que confiere a la construcción naval la categoría de sector estratégico.

En el referido acto, la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, propugnó la leal colaboración de las administraciones local, regional y del Estado para «buscar alternativas» para El Musel, y expresó inequívoca satisfacción por la reanudación de la construcción naval en Gijón. El decano de los ingenieros navales de Asturias, Leopoldo Bertrand, invocó a Jovellanos para defender que el progreso asturiano depende en buena medida de la mar y de los barcos. Y el director general de Industria del Principado, Luis Ángel Colunga, hizo hincapié en la importancia de los temas que serán debatidos en el congreso y en la actividad económica que los encuentros profesionales proporcionan a las ciudades donde se celebran.

La lección inaugural, no obstante, correspondió al economista Juan Velarde Fuertes, quien, como correspondía al caso, habló de las expectativas del sector naval.

Camino de Oriente

Velarde presentó un panorama agridulce. Aseguró que España debe aprovechar la oportunidad que proporciona su ‘renta de situación’ al estar «en medio» de la corriente de tráfico marítimo que va de Oriente a Europa a través del Mediterráneo, pero advirtió que existen serios problemas de competitividad para los astilleros, como el alto coste energético, las dificultades administrativas y los problemas laborales.

Respecto a El Musel, Velarde dijo que, a pesar de la ampliación, puede «resultar medio muerto» si no conecta con los mercados interiores. A su juicio, la Marina de Guerra puede desempeñar un papel «esencial» en el desarrollo económico porque harán falta medios «disuasorios» para «evitar que la piratería suba los costes».

Be Sociable, Share!