El 'Castillo de
El astillero ferrolano recupera la fabricación de buques civiles tras el acuerdo con la petrolera Pemex para construir un buque hotelero. El último lo entregó en mayo de 1987
Según anunció el presidente de
Tras la llegada de este encargo, el primero en los últimos cinco años después del contrato firmado con la armada de Australia, ¿están preparados tanto los trabajadores como el astillero para la fabricación de un barco de estas características después de haberse dedicado los últimos años a la construcción de buques militares? La respuesta es afirmativa.
"La diferencia entre un barco civil y uno militar es que este último necesita más ingeniería, más electrónica y es tecnológicamente más complicado de construir que cualquier barco civil", apunta Lito Blanco, secretario del Comité de Empresa de Navantia Ferrol. "Fabricar un buque civil es más fácil. No vamos a tener ningún problema. Estamos sobradamente preparados", zanja el trabajador del astillero público.
Similar lectura realiza Ignacio Naveiras, portavoz del Comité de Empresa de Navantia Ferrol. "Un buque militar exige más maniobrabilidad, más velocidad, el sistema de combate… La complejidad de un barco civil es menor", explica. Ambos trabajadores del naval también descartan problemas de espacio. "El buque hotelero que vamos a construir no es nada comparable en longitud a otros que ya hemos fabricado", destaca Lito Blanco, quien insiste en que el astillero tiene la capacidad suficiente para construirlo. "A pesar de la bajada de carga de trabajo de los últimos años, no se ha reducido la estructura del astillero", reconoce. Tampoco Navantia va a tener muchos problemas para adaptarse a la construcción de un barco civil. "Quizá actualizar los sistemas de certificación y calificación, pero los cambios van a ser mínimos", recalca Naveiras. Las modificaciones que se adopten van a ser en apartados muy específicos. "Seguro que hay que hacer algunas adaptaciones menores, pero no van a suponer ni un encarecimiento del precio final ni un aumento del plazo de entrega. En 30 meses que nos han dado para construirlo es despreciable el tiempo que se puede perder con estos cambios", ratifica el portavoz del Comité de Empresa de Navantia Ferrol.
¿Y el conocimiento para construir barcos civiles? "El conocimiento no se compra -reconoce Naveiras-, pero ahí contamos con el conocimiento de los compañeros de Astano que están suficientemente preparados, por eso cualquier problema va a quedar minimizado".
El nuevo buque hotelero -que aún no tiene nombre- tomará el testigo del Castillo de
El Castillo de
En una operación de ingeniería naval realizada hace 25 años y en la que se aprovechó hasta el último metro del dique, los trabajadores de Bazán cortaron las secciones de popa de dos petroleros y las unieron a las secciones de carga de los dos graneleros.
En 1993, con la experiencia de la operación de cirugía naval realizada en el astillero ferrolano, se volvió a repetir una intervención similar. En este caso, en unos astilleros de Corea del Sur y Malasia.