"La pelota está ahora en el tejado de Pemex, así que esperamos noticias". Así se manifestaba ayer Rafael Outeiral, el gerente de Nodosa, el astillero de la ría de Pontevedra que disputa a cuatro firmas asentadas en la ría de Vigo –Cardama, Freire, Metalships y Armón– y a una de la ría de A Coruña –Valiña– los contratos para la construcción de los remolcadores que la compañía estatal mexicana de hidrocarburos pretende encargar a empresas gallegas.
Nodosa espera que el 21-O no retrase los plazos y haya contratos antes de fin de año
FARO DE VIGO, 04 Sep. (Vigo).- Petróleos Mexicanos (Pemex) tiene ya sobre la mesa el "catálogo" de buques que pueden ofertar los astilleros gallegos e información detallada sobre el nivel de tecnología y conocimiento que están dispuestos a compartir con firmas navales del país azteca ya que, en un principio, el objetivo sería la contratación de catorce buques de los que siete se construirían en Galicia y los otros siete al otro lado del Atlántico.
"Nodosa ya ha entregado su oferta y me consta que los demás aspirantes también" explica Outeiral quien confía en que se mantenga el calendario previsto: que en septiembre Pemex concrete su demanda y antes de que acabe el año dé a conocer a quienes asigna las unidades y los plazos de entrega. Según se apuntó en su día Petróleos Meixacnos pretende disponer de todos los remolcadores en un plazo de dos años.
Elecciones
El gerente del astillero marinense espera que la convocatoria de elecciones autonómicas para el próximo 21 de octubre no afecte al desarrollo de estos contratos, en cuya gestación medió
Nodosa SL hizo llegar a Petróleos Mexicanos un "catálogo" propio con los dos modelos que demandan: remolcadores de puerto y de altura, de acuerdo con la información facilitada por la propia empresa. "Ahora estamos construyendo uno de altura y en los de puerto tenemos mucha más experiencia" recuerda Outeiral.
De acuerdo con las cifras barajadas por la firma petrolera y el sector naval, la construcción de los remolcadores supondrá una inyección de 310 millones de dólares (247 millones de euros); 2,6 millones de horas de trabajo y ocupación para aproximadamente 2.500 operarios.
Estos datos son los que permiten afirmar a empresarios y administración que, si llegan a buen término, los contratos serán un "balón de oxigeno" para una construcción naval gallega que ha perdido unos 9.000 empleos directos en los dos últimos años.
