Cerca de cuatro mil militares aprendieron el arte de la navegación a bordo del Galatea, el buque escuela con sede en Ferrol que prestó servicio a
Antiguos alumnos del buque escuela que tuvo su sede en Ferrol y fue antecesor del Elcano recuperan su historia y preparan un viaje Glasgow, donde descansa el velero
FARO DE VIGO, 26 Ago. (Vigo).- En su cubierta aprendieron a navegar más de 4.000 jóvenes y en sus bodegas se fraguaron cientos de historias que marcaron sus vidas para siempre. El buque escuela Galatea, que tuvo su sede en Ferrol y fue considerado el antecesor del Juan Sebastián de Elcano, formó a los futuros oficiales de
Un grupo de exalumnos, liderados por Jaume Matamala, buscan ahora reconstruir su historia a través de un blog de internet (www.buquegalatea.blogspot.com) en el que cuelgan imágenes y testimonios de aquellos años y recuperan así el espíritu de aquel singular buque que estuvo sesenta años en activo. El colofón final será en abril del próximo año, cuando planean realizar un viaje a Glasgow para visitar el barco, que descansa allí desde que el gobierno británico lo adquirió por ocho millones de pesetas, lo restauró y convirtió en una pieza de museo.
"Galicia, por su Departamento Marítimo, ha tenido mucho que ver con el Galatea y entre sus extripulantes hay muchos de estas tierras", asegura Matamala, que lamenta que el gobierno español no hiciera más esfuerzos por que el buque quedara en su tierra.
Junto a Matamala, otro ex tripulante, Arminio Sánchez Mora, está realizando un trabajo histórico literario mediante relatos en primera persona contados por sus navegantes.
Fue precisamente en los astilleros Bay Yard en Port Glasgow cuando a finales de 1896 construyeron este buque de tres palos, pero no fue hasta 1922 cuando se incorporó a
Antes de ser adquirido por España, el Galatea vio mucho mundo. El buque nació para el transporte de grano pero durante
En 1922, España se vio con posibilidades para adquirir dos buques escuelas y le compró a Génova por 850.000 pesetas el entonces llamado Clarastella.
Su primer viaje de instrucción, ya como Galatea, fue en 1925, ya como barco destinado a la formación de futuros oficiales de
En 1982 se llevaron a cabo algunas reformas en Bazán logrando atraer de nuevo la atención de algunas ciudades como Sevilla, Barcelona, Santander, Palma de Mallorca o Ferrol. De hecho, durante
"Nos tapábamos bien para evitar a las ratas"
Jaume Matamala pasó dos años en el Galatea como alumno de Maniobra. "Primero como cabo segunda en 1966 y luego en 1970, recibiendo la enseñanza de Cabo primero, en el Ferrol", recuerda. En esta ciudad gallega conoció a su mujer, con la que tuvo dos hijos que no han heredado la vocación naval.
Recuerda con un tono de añoranza la dureza de los años de instrucción. "Teníamos que taparnos hasta las orejas para evitar que las ratas nos las mordieran cuando dormíamos, apenas había agua potable y nos pasábamos el día subiendo y bajando velas, limpiando la cubierta y recibiendo la instrucción", describe. Pero también disfrutaron mucho y sintieron el "placer" de navegar en él, por lo que este proyecto merece la pena.