Los astilleros de Vigo aspiran a sustituir a los coreanos como constructores navales para la renovación de la flota menor de Pemex. Históricamente, los dirigentes de la empresa controlada por el Gobierno de México han acudido a Corea para realizar sus encargos. 

 Armón, Freire y Cardama son empresas con aval en este tipo remolcadores 

LA VOZ DE GLAICIA, 20 Jun. (Vigo).- Pero las negociaciones políticas realizadas en los últimos meses parece que han dado buenos resultados. No obstante, no se ha firmado ningún contrato, pero hay muchas esperanzas puestas en los acuerdos bilaterales entre España y México.

El pasado 18 de marzo el presidente de México, Felipe Calderón, anunció la renovación de seis grandes petroleros de la empresa pública mexicana y, a la vez, acordó con la Secretaría del Mar del Gobierno de aquel país definir con la petrolera la renovación de la flota menor. En principio, se trata de un total de 14 buques, la mitad de los cuales se construirían en México con subcontrataciones a la industria auxiliar gallega y la otra mitad se realizarían en Galicia. Pero el procedimiento de contratación es por concurso, y antes tienen que ganarlo.

Existen varios astilleros de Vigo con experiencia en este tipo de buques remolcadores, lo que daría muchos puntos con vistas a la adjudicación: Armón, Freire y Cardama son empresas con aval en este tipo de trabajos. 

Subcontratas

Los gestores de la petrolera paraestatal conocen bien el trabajo que se realiza en la ría de Vigo, porque en los astilleros vigueses se han construido varios barcos que han sido subcontratados por Pemex.

La flota menor que maneja Petróleos Mexicanos está compuesta de barcos remolcadores de auxilio para plataformas y para los grandes buques tanque que transportan el crudo. Los remolcadores de altura de este tipo tienen una eslora media de unos 45 metros. Si se construyesen todos los barcos a la vez, se proporcionaría empleo a unos 500 obreros durante un año, según las estimaciones del secretario general del metal de CC.OO. Ramón Sarmiento. Si además de los remolcadores se construye un barco hotel para los trabajadores que se desplazan hasta las plataformas, las previsiones se pueden duplicar.

La Xunta es muy optimista y cifra la carga de trabajo como capaz de emplear a 2.000 obreros.

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