No ha sido posible. Y eso, que contaban con el beneplácito y el compromiso verbal del ministro Arias Cañete para echar a andar la caprichosa maquinaria burocrática que diera cobertura legal a la pesca-turismo; una sugestiva modalidad que fusionaría ambos sectores, abriendo un nuevo horizonte a los curiosos y mejorando las condiciones de vida de los arrantzales vascos, pero también de los pescadores españoles. Y es que las promesas, por muy taquigrafiadas que estén (aunque sea en el diario del Senado), han perdido todo su valor y significado de esperanza gracias al Gabinete de Rajoy. A los ajustes presupuestarios a la baja, los populares suman ahora una incontestable clase magistral del despiste; en este caso, impartida ante la ambiciosa iniciativa del Grupo Vasco que buscaba reanimar y estimular el malparado sector pesquero.

 El PP entierra una iniciativa del PNV para dar cobertura legal a esta modalidad, en funcionamiento en algunos puntos, que permitiría embarcarse en una merlucera para conocer la vida del arrantzale 

DEIA, 25 May. (Bilbao).- No en vano, los parabienes y los juramentos biensonantes pronunciados el pasado 24 de abril por Miguel Arias Cañete, ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ante la propuesta defendida por el jeltzale José María Cazalis se esfumaron días después, el 9 de mayo, con el rechazo a todo aquello que dos semanas antes había halagado y piropeado. Un hecho que dejó con la boca abierta a los senadores del Grupo Vasco, quienes vieron cómo los populares tumbaron su planteamiento para revitalizar este sector económico y rechazaron los compromisos asumidos por el titular de esta cartera con los que, según había afirmado en su discurso, "coincido plenamente".

"El PP se nos ha descolgado con una moción que vaciaba de contenido todo cuanto habíamos hablado. Para nosotros ha sido una sorpresa que la moción que habíamos presentado no saliera adelante después de que el ministro hubiera dicho que estaba de acuerdo", relataba molesto el exalcalde de Lekeitio tras ese desplante. "No se han atrevido a apoyarla", insistía el senador jeltzale, desconcertado todavía por la negativa del Grupo Popular a dar la cobertura legal necesaria para que la pesca-turismo [una modalidad que combinaría la actividad pesquera profesional con las excursiones y el conocimiento in situ del estilo de vida de los marineros por parte de los visitantes] pueda ser una realidad y una alternativa que contribuya a mejorar la calidad de vida de las miles de personas que viven de la pesca.

A juicio de Cazalis "se ha perdido una gran oportunidad para la diversificación del sector pesquero" a través de la constitución de una importante y complementaria fuente económica de ingresos que también contribuiría a la generación de puestos de trabajo directos e indirectos. Pese a este varapalo, el Grupo Vasco anunció que seguirá trabajando y presentando propuestas "en defensa de los intereses y el futuro del sector pesquero". Así lo manifestaba a DEIA el senador lekeitiarra, al tiempo que recordaba que experiencias similares funcionan ya en Galicia, Canarias o Baleares, "de forma no ilegal, pero tampoco totalmente legal", relataba. Lo hacen, puntualizaba, con permisos de las Capitanías Marítimas pero sin el soporte jurídico adecuado, aspecto este que el Grupo Vasco quería garantizar.

 

HORAS DE TRABAJO Y para entretejer esa red legal bastaría con añadir la definición de la pesca-turismo a la Ley de Pesca Marítima, modificar un Real Decreto para permitir a quienes lo consideraran oportuno que las embarcaciones de bajura puedan combinar su actividad extractiva con esta otra, "como parte de las actividades pesqueras" lo que implicaría automáticamente la aplicación del régimen especial de la Seguridad Social de los trabajadores del mar también y el consecuente cociente reductor de la edad de jubilación cuando estén desarrollando esta otra actividad. "Esas horas de turismo se considerarían de pesca", resumía Cazalis al tiempo que enumeraba los beneficios que el Grupo Popular ha dejado en papel mojado: generar patrimonio cultural, mantener y rejuvenecer recursos y, por supuesto que el dinero se mueva en todas esas localidades, achacosas por el declive de la pesca.

"Esta alternativa de diversificación que proponíamos tenía como objetivo, precisamente, compensar los efectos negativos que sobre el propio sector y sobre su entorno tiene la crisis", ilustraba el senador vasco. Y es que, las opciones que barajaba Cazalis para actualizar la actividad pesquera se agruparían en tres modalidades: la primera, que el turista vaya en la embarcación mientras los profesionales pescan; aunque como reconocía el jeltzale, "es muy difícil de hacer. Tiene muchos problemas porque la pesca no deja de ser una actividad de riesgo".

La segunda, la que más se ajustaría a la costa vasca, incluiría la utilización de esos barcos de pesca en momentos de descanso y de veda, "algo mucho más factible y que sirve tanto para el sector como para mejorar la oferta turística de los municipios en los que se localiza esa actividad", argumentaba.

ARMINTZA, ELANTXOBE… Ponía los ejemplos de las tres merluceras que hay en Armintza que en los tiempos muertos (desde que lanzan las redes hasta que las recogen), podrían embarcar a turistas y enseñarles dónde se localizan los cardúmenes, las artes de pesca, la vida en la mar… "O en Elantxobe, imagina que quieren ir a visitar los acantilados… Y lo mismo con los de bajura de la anchoa…", explicaba el exalcalde lekeitiarra. La tercera de las posibilidades es la utilización de los barcos, en puerto, para otro tipo de actividades: gastronómicas, culturales, educativas, etc.; enseñar el funcionamiento las lonjas de venta de pescado o visitar y conocer la historia de las cofradías. "Nadie conoce nuestro litoral, desde todos los puntos de vista, incluido el medioambiental, mejor que nuestros marineros. Nadie", subrayaba Cazalis.

Todo ello sería realizado siempre con todas las garantías, recogidas ya en el Proyecto Sagital y en la conocida como Declaración de Lanzarote (2007) con las modificaciones y habilitaciones necesarias en aspectos como la eslora máxima de los buques autorizados, el número máximo de pasajeros-turistas, tipos de artes, censos de buques, cualificación de las tripulaciones, requisitos y condiciones de seguridad de los buques, el título habilitante para la actividad, los límites temporales y geográficos, la comercialización de las capturas, el aseguramiento de las embarcaciones, el régimen de inspecciones y sanciones, así como las posibles ayudas económicas, las tasas a pagar y los precios a cobrar. Un extenso catálogo de derechos y obligaciones que ya está elaborado y que únicamente habría que agregar al actual marco legislativo.

Por todo ello, el senador del Grupo Vasco volvió a lamentar profundamente que los populares rechazaran su propuesta ya que, a su juicio, "se ha perdido una gran oportunidad para la diversificación del sector pesquero". Más aún, después de las declaraciones que el ministro Arias Cañete ofreció en la Cámara Alta: "El desarrollo de la pesca-turismo, y de todas las actividades que pueda generar esta actividad, compatibles con un uso sostenible del litoral, puede constituir una importante y complementaria fuente económica para nuestras zonas costeras y generar puestos de trabajo directos e indirectos". Toda una declaración de intenciones que, sin embargo, se ha desvanecido tan rápido como la salerosa espuma del mar.

Be Sociable, Share!