El accidente del Costa Concordia ocurrido el pasado viernes en la costa italiana ha sembrado muchas dudas sobre los métodos de seguridad de los grandes barcos y el futuro del sector crucerístico. La Organización Marítima Internacional afirma que la industria es fuerte y segura, mientras que las agencias de viajes no temen a la desconfianza.

 El accidente del buque ha sembrado muchas dudas sobre la eficacia de los dispositivos de seguridad marítima

 OPINION DE MALALGA, 23 Ene. (Málaga).- De momento y sólo en la provincia de Málaga, tres afectados por el Costa Concordia se han puesto ya en contacto con la asociación de consumidores Facua para recibir asesoramiento legal. A escala nacional, se cuentan por decenas los expedientes que se están abriendo por esta causa. La asociación de consumidores ha habilitado una línea para atender todas las dudas de los usuarios y aconsejar en el proceso.

El impacto por el naufragio del buque en el que fallecieron 16 personas y otras 22 siguen desaparecidas, no solamente afecta a las empresas de viajes. Hay que tener en cuenta que Málaga es el segundo puerto peninsular con mayor tráfico de cruceristas. Por este motivo, se vuelve imprescindible recordar el protocolo y las normas de seguridad que debe cumplir el sector de transporte de viajeros que registra menos accidentes al año. Existe un protocolo de seguridad que funciona permanentemente en todos los puertos, donde se coordina con las diferentes delegaciones de Salvamento Marítimo, que cubren toda la zona costera del norte y sur de España, incluyendo Baleares y Canarias. 

Bruselas tiene prisa por modificar el convenio

Los dispositivos de seguridad que actualmente se llevan a cabo en todos los grandes buques, responden a convenios universales que, en parte, nacen de la experiencia, los fallos técnicos y los errores humanos. El hundimiento del barco de Costa Cruceros en la costa del Giglio, sembró muchas dudas sobre los sistemas de seguridad marítimos, aunque sea la industria viajera con la legislación más estricta. 

Las compañías navieras diseñan sus barcos conforme a las líneas establecidas por la Organización Marítima Internacional, en la convención Solas (Safety Of Life At Sea). La primera versión de este documento se esbozó precisamente a raíz del desastre náutico más célebre, el hundimiento del Titanic en 1912 (el más grave fue el hundimiento del transatlántico alemán Wilhelm Gustloff en 1945). Este documento inicial obligaba a llevar un número determinado de botes y chalecos salvavidas. Después llegaron numerosas revisiones y enmiendas, que culminaron con el último repaso del convenio (1999) en el que se reemplazaba el código Morse por el sistema mundial de socorro, por nombrar una de las medidas. 

Prácticamente todas las revisiones coinciden con desastres marítimos y por este motivo el viernes, el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Transportes, Siim Kallas, manifestó su intención de «acelerar» la revisión de las normas comunitarias sobre la seguridad de los pasajeros, en la medida de sus posibilidades. 

Bruselas ya había iniciado estos trámites a principios de 2011 pero tras lo sucedido en Italia, ha decidido impulsar los trabajos y centrar los esfuerzos en revisar cuestiones relacionadas con la «estabilidad» y el «diseño» de los buques, para tener en cuenta los importantes adelantos técnicos logrados en los últimos cinco años. 

El barco, más seguro incluso que la industria aérea

Un total de 16 cruceristas fallecieron por accidente entre 2005 y 2010, según se desprende de un informe publicado por la revista especializada Cruises News Media Group esta semana. De este estudio cabe destacar además que la industria crucerística mantiene un ratio de seguridad del 0,16% por cada millón de pasajeros, una cifra que se sitúa por encima del 0,30% que registra la industria aérea. 

El peor dato se obtuvo en 2010, año en el que fallecieron 5 viajeros por accidente. Por detrás se sitúan 2005 y 2006, en los que se contabilizaron cuatro fallecidos, mientras que en 2007 un accidente de crucero se cobró la vida de tres pasajeros.

 Todos estos números hay que estudiarlos con rigor y perspectiva para tranquilizar a los futuros viajeros, porque cabe destacar además que en 2008 y 2009, años en los que no se registró ningún fallecido en accidente de crucero, a pesar de que entre 16,3 y 17,6 millones de personas viajaron con alguna empresa de este sector.

La mayoría de las víctimas mortales se produjeron por accidentes producto de una colisión o un fallo técnico, mientras que en el caso de los viajeros heridos, 154 personas, las causas fueron los temporales, las colisiones o el encallamiento del buque, en este orden.

 Facua anima a los afectados a pedir indemnizaciones

La asociación de consumidores Facua insta a los viajeros afectados por el hundimiento del Costa Concordia a denunciar a la empresa y reclamar las indemnizaciones correspondientes a las agencias de viajes. 

Fuentes de la organización, aseguran que diariamente reciben un buen número de llamadas de afectados por el accidente y en todas se está recomendando a los usuarios que pidan las correspondientes indemnizaciones a las agencias de viajes, en caso de que hubiera sido contratada con un touroperador. 

Desde esta semana la línea 954 90 90 90 está atendiendo y asesorando a los pasajeros que estén interesados en conocer los pasos para realizar su reclamación. Asimismo mostraron su deseo de que las autoridades resuelvan cuanto antes lo ocurrido para «depurar las posibles responsabilidades», según anunciaron en comunicado. 

Las asociaciones certifican la seguridad de sus barcos

Empresas de cruceros como MSC o Royal Caribbean que operan actualmente en el puerto de Málaga, decidieron no pronunciarse sobre el accidente del Costa Concordia. El motivo era esperar a que las asociaciones de cruceristas que los representan, Cruise Lines International (CLIA), European Cruise Council y Passenger Shipping Assotiation tomaran la palabra por ellos. 

En una rueda de prensa conjunta celebrada en Londres y retransmitida por streaming, dichas entidades aseguraron que el sector es plenamente confiable y enfatizaron en que no pasa por un mal momento.

 «La industria de los cruceros está fuertemente regulada para cumplir los estrictos estándares de la OMI», declaró la presidenta de la asociación internacional de cruceros, Christine Duffy desde Londres.

 Por su parte, Tom Allen, consultor independiente para la industria marítima recordó durante la rueda de prensa que los buques grandes, como es el caso del Costa Concordia, ofrecen «mayor flexibilidad para incorporar medidas adicionales de seguridad y un mayor espacio para organizar las evacuaciones, por lo que son igual de seguros que los pequeños». 

Asimismo, garantizó que tanto el personal como la tripulación contratada, tienen que pasar un «riguroso proceso de selección». Según la dinámica de cada barco, usualmente se accede en posiciones inferiores desde las que se va escalando y acumulando experiencia, concluyó Allen. 

La esperanza reside en la investigación

Durante los últimos días, se habla continuamente en los medios de comunicación del «error humano» que propició el accidente del Costa Concordia. Aunque los sistemas de navegación de todo tipo de embarcaciones están en constante evolución y responden a las garantías que exige la normativa internacional, cada día salen a la luz nuevos dispositivos que podían haber evitado la tragedia del pasado viernes en la costa italiana. Es el caso, por ejemplo, de la empresa Manexmar88 que ha patentado en España un sistema de pilotaje automático evasivo (PAE) que, según aseguró el director general de la compañía, Joan Bendito, habría detectado la roca contra la que colisionó el Costa Concordia y se podría haber evitado el accidente mediante una maniobra evasiva.

Se trata de un sistema electrónico de I+D+i capaz de evitar colisiones de embarcaciones mediante la implementación de elementos capaces de tomar decisiones sobre la navegación. 

Según detalló el presidente de esta compañía balear, hay «millones de rocas que no aparecen en las cartas de navegación» y con el sistema PAE, el barco no podría haberse acercado tanto a ella. 

Este sistema novedoso es capaz de recoger la información de los sensores, interpretarla «cumpliendo las normas de navegación» y realizar maniobras de evasión para evitar un posible choque, así como recuperar rápidamente el rumbo.

Be Sociable, Share!