Tener un barco de recreo aún va a ser más caro. La Autoridad Portuaria de Barcelona ha enviado en los últimos días notificaciones a todos los puertos deportivos y clubs náuticos del litoral de Girona y Barcelona reclamándoles la puesta en marcha de las gestiones pertinentes para cobrar a las embarcaciones de recreo la denominada tasa de ayudas a la navegación, a razón de 4 euros el m2 (eslora por manga) para cada una de ellas. Eso se traduce, en el caso de un barco de 12 metros de eslora, por ejemplo, en el pago de alrededor de 200 euros al año de ahora en adelante.
Una embarcación de 12 metros pagaría a partir de ahora 200 euros al año en concepto de "ayudas a la navegación"
LA VANGUARDIA, 08 Dic. (Barcelona).- La carta del puerto de Barcelona ha causado sorpresa y rechazo en los puertos deportivos. La tasa existe como tal desde el año 2003, pero nunca se había hecho efectiva en el ámbito que compete a la Autoridad Portuaria de Barcelona, que son las provincias de Girona y Barcelona. Vendría a ser algo así como un impuesto para contribuir al mantenimiento de la docena de faros existentes en este tramo del litoral.
Para la Associació Catalana de Ports Esportius i Turístics (Acpet), la intención de la Autoridad Portuaria de Barcelona –que forma parte de Puertos del Estado y depende por tanto del Ministerio de Fomento– de resucitar ahora la tasa es no sólo inoportuna, por la situación de crisis que afecta de manera muy especial a la náutica, sino un compromiso de difícil cumplimiento en puertos deportivos y clubs, a los que se insta a facilitar todos los datos de las embarcaciones que alberguen, a gestionar el cobro de la tasa y, en su caso, a convertirse en responsables del pago en caso de morosidad del armador o patrón del barco.
La nueva Ley de Puertos que entró en vigor el pasado 20 de octubre recoge disposiciones previas establecidas desde el 2003 y señala que esa tasa por la utilización del servicio de señalización marítima será anual para todos los barcos de más de 9 metros de eslora propulsados a motor y para todos los veleros de más de 12 metros. Las embarcaciones más pequeñas lo abonarán una sola vez, en el momento de ser registradas en las capitanías marítimas. El precio, como se ha señalado, será de 4 euros por m2.
En los últimos años, la mayor parte de las restantes 27 autoridades portuarias de España han ido llegando a acuerdos o pactos con los puertos deportivos que actúan en régimen de concesión en el litoral español. Los clubs que se encuentran en el interior de las dársenas de los puertos del Estado ya sufrieron a partir del 2003 un fuerte incremento de precios por ocupar ese espacio, presión que se suavizó en los años siguientes ante la evidencia de que se les gravaba en exceso.
Tomàs Gallart, presidente de la Acpet, señala que el cobro de esta tasa, que ahora quiere hacer efectiva la Autoridad Portuaria de Barcelona, está plagada de incongruencias. En primer lugar porque "es una tasa sin sentido en el ámbito de la náutica deportiva. Tal vez tenga su lógica en el tráfico de la marina mercante o en el sector pesquero, pero no entre los barcos de recreo". En este sentido, indica, la popularización de los GPS y el mínimo porcentaje de flota de recreo que navega de noche guiándose por los faros hace que sea injusta.
En segundo lugar, desgrana Gallart, porque "es una barbaridad que los clubs y puertos deportivos acaben siendo sujetos pasivos sustitutos en caso de impago de la tasa" y, en tercer lugar, porque "en todo caso habría que estudiar cuál es el coste real de mantenimiento de estas instalaciones de ayuda a la navegación".
La Associació Catalana de Ports Esportius i Turístics, que mantuvo una reunión con la Autoridad Portuaria de Barcelona hace unos días, plantea este último punto como factor fundamental de su respuesta a la intención de aplicar la tasa. Gallart señaló a este diario que si las aproximadamente 25.000 embarcaciones que se encuentran en las instalaciones gestionadas por la Acpet pagaran una media de 100 euros por esta tasa, la recaudación ascendería a 2.500.000 euros. "Es inimaginable pensar que ese pueda ser el coste de mantener una docena de faros en buen estado". De ahí que la Acpet plantee al Ministerio de Fomento que indique cuál puede ser el precio real de este servicio, y a partir de esa cifra estaría dispuesta a hablar.
