Los científicos de la Unión Europea dieron ayer una razón para el optimismo tanto a la flota española y gallega de arrastre de litoral que captura bacaladilla como a los responsables pesqueros tanto de Galicia como de España.
El Gobierno muestra su "satisfacción" por el informe que respalda la postura defendida ante Bruselas
FARO DE VIGO, 01 Dic. (Vigo).- Y es que el Comité Científico, Técnico y Económico de la Pesca de la Comisión Europea –Stefc– emitió un informe que concluye que "hay evidencias suficientes para apoyar la existencia de dos stocks separados de bacaladilla en el Atlántico Nordeste", la postura que defendió el gobierno español ante las autoridades comunitarias tras la gran polémica y malestar suscitados en la flota afectada por la escasez de los cupos asignados este año y el pronto cierre de la pesquería. El Ministerio de Medio Marino (Marm) mostró ayer su "satisfacción" ante tal informe de los científicos comunitarios.
La Secretaría General del Mar había solicitado a la CE una evaluación de la propuesta española de separación de los stocks norte-sur de la bacaladilla y remitió la documentación con los datos científicos y socioeconómicos en los que España basa su petición. La Consellería do Mar, con informes encargados a la Universidade de Compostela, había presentado tal reclamación ante el Marm a la luz de la distribución de cuota que correspondió a la flota en 2011.
Los datos socioeconómicos, según el ministerio, corroboran el diferente destino dado a los desembarques de bacaladilla por las flotas industriales del norte de Europa con destino a la producción de harina, frente a la pesquería más artesanal dirigida al consumo humano que lleva a cabo la flota española.
Para conseguir la separación de stocks, el Stefc considera necesario solicitar una evaluación para demostrar si técnicamente es posible separar estos dos stocks de manera independiente y recomienda que se desarrolle un plan de gestión que incluya reglas de control para fijar las oportunidades de pesca para ambos stocks.
El informe establece, además, los límites del componente norte y del sur, fijando un área intermedia mixta entre ambos que debería gestionarse sin comprometer a los objetivos de gestión para los dos stocks.
La Unión Europea redujo un 93% el cupo de bacaladilla en las aguas ibéricas para este año, al otorgar poco más d e800 toneladas de capturas de esta especie lo que precipitó el cierre de la pesquería y provocó importantes protestas y pérdidas económicas al sector.
Los informes aportados al Gobierno y a la CE por la Consellería do Mar cifraron en unos 40 millones de euros las pérdidas por la drástica reducción del cupo pesquero de esta especie: 12 millones para la flota gallega de arrastre de litoral afectada –unos 100 buques, mayoritariamente de los puertos de Ribeira, Celeiro y A Coruña– y otros 28 millones para la industria.
