A un suspiro de la llegada de
La embarcación ejercerá como unidad de mando en el mar Rojo y en el Índico
EL MUNDO, 22 Nov. (Ferrol).- El almirante de la Flota, Santiago Bolíbar, que ha sido el encargado de despedir a la dotación en la Estación Naval de A Graña, en Ferrol, ha reconocido que permanecer lejos de casa en esas fechas será para ellos algo "difícil". A cambio, considera que serán días "para recordar en el futuro".
Bolíbar recalcó en su alocución a los militares que su nueva labor arranca "después de una buena preparación orientada a la misión" que tendrán que desempeñar. El propio almirante reconoció haber seguido la preparación habitual de este buque desde hace varios años, asegurando que "este barco lo ha hecho estupendamente". A su entender, "buque, hombres y mujeres están perfectamente preparados en la instrucción, el adiestramiento y la mentalización del cometido a desarrollar".
Les esperan, tal y como citó, cinco meses de arduo trabajo en el mar Rojo y en el océano Índico, en el marco de la operación ‘Atalanta’. La función encomendada les convierte, a juicio de Santiago Bolíbar, en el "bastión más importante de la Armada en el exterior" y dijo estar seguro de que "lo vais a hacer como hacéis las cosas, muy bien". Observó que demostrarán su capacidad de "servicio, compañerismo y generosidad hacia la gente a proteger, defender o incluso combatir".
En referencia al período navideño, Santiago Bolíbar afirmó ante los militares asignados al ‘Patiño’ que será una etapa "que recordaréis con nostalgia", pese a tener que estar "solos en la mar". En su opinión, "las Navidades en la mar son inolvidables", aunque se añore a las familias.
Operación ‘Atalanta’
Los militares que permanecerán en los próximos meses a bordo del ‘Patiño’ verán cómo este buque afronta labores de mando en la lucha contra la proliferación de abordajes piratas en aguas próximas a Yibuti y Somalia. Les acompaña, para ello, una dotación de la Infantería de Marina.
Se incorporó como buque de mando de la fuerza operativa desplegada por la Unión Europea en diciembre del 2008 y, entre sus objetivos, también figuraban la protección a los buques enmarcados en el programa mundial de alimentos y garantizar el establecimiento de corredores de seguridad en el golfo de Adén.
Permanecerá en la zona hasta abril del 2012. Para ello, se refuerza albergando al Estado Mayor, una unidad aérea embarcada o personal de sanidad y de traducción. Inicialmente, un equipo de visita y registro podrá efectuar abordajes no cooperativos. En marzo, tomará el testigo en estas funciones una unidad de guerra naval especial que podrá realizar abordajes con oposición. Se dota, en este sentido, con cuatro embarcaciones semirrígidas y dos helicópteros. Podrá facilitar fuel, combustible de aviación y agua a otras unidades de la fuerza operativa y desplegar un hospital con personal y medios específicos.
El buque
Botado en junio de 1994 en los astilleros públicos de la ría de Ferrol, la embarcación fue el resultado del primer programa constructivo fruto de un acuerdo entre España y Holanda. Ha participado en operaciones y ejercicios nacionales y multinacionales, entre ellos el operativo desplegado en los años noventa en los Balcanes.
Con una eslora de 166 metros, una manga de 22, un calado de 8,2 y una capacidad de desplazamiento a plena carga de 17.000 toneladas, fue el buque con mayores posibilidades de la Armada hasta la entrada en servicio del ‘Cantabria’ y del Buque de Proyección Estratégica ‘Juan Carlos I’. Su dotación está compuesta por 190 hombres y 25 mujeres, bajo el mando del comandante Enrique Cubeiro.
