Los tres tripulantes gallegos del petrolero Mattheos I ya navegan libres hacia un "puerto seguro" en Ghana después de que el buque fuese liberado a primera hora de ayer tras diez días de cautiverio. Damián Aguín, Manuel Bilbao y Saturnino Galán se encuentran bien y está previsto que el "martes o miércoles" lleguen a Madrid en avión después de pasar un reconocimiento médico en Ghana, según confirmó ayer la propietaria del buque, la compañía Consultores de Navegación. Los 23 tripulantes del Mattheos I estuvieron retenidos "a punta de metralleta", según relataron ayer a sus familias, aunque solo hay un herido: un oficial filipino que fue golpeado durante el abordaje y podría tener una fisura en la clavícula.

Los gallegos Damián Aguín, Manuel Bilbao y Saturnino Galán se encuentran bien y llegarán a Madrid el "martes o el miércoles"
 
FARO DE VIGO , 24 Sep. (Vigo).- La liberación se produjo ayer a las 10.00 horas, según informó la portavoz de Consultores de Navegación, Sheena Campbell, quien recordó que al final se cumplieron sus expectativas: los piratas abandonaron el petrolero tras saquearlo por completo (se llevaron todos los aparatos electrónicos y las carteras de los marinos) y robar 7.500 toneladas de gasoil de las 46.000 que transportaba. "Todos están bien", tranquilizó Campbell a las familias. El petrolero, que fue abordado mientras transfería parte de su carga a otro buque a sesenta millas de Lomé, la capital de Togo, fue llevado por los piratas (once, según informó ayer la naviera) 200 millas al sureste de la zona, donde estuvo fondeado frente a las costas nigerianas.
 
Los tripulantes relataron ayer que durante los primeros días de secuestro pasaron miedo, pero que los piratas, que siempre iban armados, les decían que si no hacían nada raro los dejarían irse. Al final, los captores cumplieron su palabra y ayer por la mañana abandonaron la embarcación. Fue el peruano Luis Alberto Chamochumbi, el capital del petrolero, quien informó de la liberación a la empresa. Chamochumbi, en conversación telefónica, admitió que pensaban que el secuestro se iba a alargar más en el tiempo y afirmó que los piratas los engañaban constantemente. El capitán también informó de que durante los diez días que estuvieron retenidos, sus captores no les dejaron comunicarse con sus familias.
Los tripulantes también trasladaron a sus familias la práctica ausencia de incidentes durante los diez días de secuestro, salvo el golpe recibido por un oficial filipino, que sufre dolores en la cabeza y en la clavícula.
 
El secuestro del Mattheos I ya es el más largo de los registrados en el golfo de Guinea, que desde hace unos meses se ha convertido en otro foco de piratería importante de África, con una veintena de ataques a embarcaciones. El buque había zarpado desde Rotterdam (Países Bajos) a comienzos del mes de agosto con una carga de combustible rumbo al puerto de Lomé. A bordo iban 23 tripulantes, 14 filipinos, cinco españoles, dos ucranianos y dos peruanos. Los tres tripulantes gallegos son oficiales: Damián Aguín Losada, tercer oficial de 26 años y natural de Portonovo (está haciendo prácticas de mar); Manuel Bilbao, oficial de puente de 37 años nacido en Ferrol aunque residente en Canarias desde su primer mes de vida, y Saturnino García, jefe de máquinas, de A Coruña.
 
Tras comunicarse con sus familiares, la tripulación volvió ayer al trabajo para garantizar la navegabilidad del petrolero, que avanzaba hacia un "puerto seguro" al que llegarían en un plazo de 48 horas. La firma propietaria del buque prefirió no revelar de qué puerto se trata por cuestiones de seguridad, aunque fuentes del sector marítimo apuntan que el buque se dirige a Ghana. Una vez en tierra, los tripulantes serán sometidos a un reconocimiento médico, como establece el protocolo de la empresa en este tipo de situaciones. "Ellos decidirán si quieren seguir en el barco o volver a casa en avión", afirmó la portavoz, Sheena Campbell. Según sus previsiones, los marineros gallegos podrían llegar a Madrid el "martes o miércoles".
 
Campbell explicó que el petrolero, que salió del astillero en 2004, cuenta con todos los sistemas de seguridad habituales en este tipo de buques, pero no puede llevar vigilantes a bordo porque lo prohíbe la legislación vigente en Chipre, país en el que está abanderado.
 
Problema creciente
 
La piratería en el golfo de Guinea ha cobrado fuerza en lo últimos meses. Con el fin de ahuyentar este tipo de ataques, el mes pasado países como Estados Unidos y Francia desplegaron fragatas en la zona. Igualmente, Benin y Nigeria acordaron el pasado agosto hacer patrullas conjuntas en sus aguas para luchar contra la piratería. Para conseguir este objetivo, Benin anunció días atrás que adquirirá una patrullera mediante un préstamo otorgado por China por valor de 2,8 millones de francos CFA (equivalente a unos 4 millones de euros).
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Tripulantes de "Mattheos I" estarán en Madrid el martes si no hay incidencias
 
Los cinco españoles del petrolero "Mattheos I" y otros tripulantes del barco, secuestrado el pasado 14 de septiembre en aguas del Golfo de Guinea, llegarán en avión a Madrid el próximo martes, si no hay contratiempos.
 
Así lo ha indicado hoy a Efe la portavoz de la empresa propietaria del petrolero, Consultores de Navegación, Sheena Campbell, quien ha señalado que el buque está navegando ahora hacia un puerto "seguro", del que no ha facilitado información "por motivos de seguridad".
 
Una vez desembarquen, los miembros de la tripulación serán sometidos a un reconocimiento médico para comprobar que no hayan sufrido daños físicos o psicológicos por el secuestro, ha indicado la portavoz, quien ya dijo en anteriores declaraciones que solo había un marinero herido, no de gravedad.
 
Está previsto que los tripulantes del "Mattheos I" permanezcan 24 horas en ese "puerto seguro" para someterse a los chequeos médicos y, posteriormente, todos los marineros, con la excepción de los de nacionalidad filipina, viajarán en avión hasta Madrid, ha dicho Campbell.
 
La portavoz de "Mattheos I" estima que, si no hay contratiempos, los tripulantes del petrolero estarán en Madrid el próximo martes.
 
Los marineros españoles pasarán un tiempo en España antes de su reincorporación al trabajo en el buque, que opera para distintas compañías, por lo que cubre diferentes rutas en función de los intereses de sus clientes, ha agregado.
 
El "Mattheos I" fue asaltado el pasado 14 de septiembre y liberado en la mañana de ayer, cuando se encontraba a unas 200 millas al sureste de Lomé, capital de Togo, casi enfrente de las costas nigerianas.
 
La portavoz del petrolero ha insistido en que los piratas no exigieron un rescate, sino que su propósito era llevarse el gasóleo del barco, del que finalmente robaron unas 46.000 toneladas.
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Los piratas "emergentes"
 
Son "oportunistas", es decir, no planean sus ataques sino que van contra "lo que encuentran" en el mar y ello les obliga cuando logran una presa a "improvisar" la estrategia para trasladarla a un lugar "tranquilo" en el mar y a buscar medios –barcazas y personal– para vaciar sus bodegas y transportar a tierra el botín. El saqueo de sus víctimas suele, por ello, demorarse entre 7 y 12 días, hasta que se produce la liberación, por la que no suelen exigir rescates. Eligen para sus asaltos, sobre todo, petroleros y quimiqueros –el Golfo de Guinea es zona de explotación petróleo y gas– y aunque las plataformas marítimas tampoco se libran de sus ataques, su aspiración más conocida y "rentable" es el gasóleo o la gasolina.
 
Los bucaneros del golfo de Guinea actúan por intereses económicos y también ideológicos
 
FARO DE VIGO, 26 Sep. (Vigo).- Son bandas de hombres "violentos" y proceden en su mayor parte de Nigeria aunque también cuenten con apoyos o "réplicas" en otros estados ribereños, como Guinea Bissau o Camerún, donde la población local, víctima también de sus ataques en ocasiones sangrientos, "les teme".
 
Así definen y describen su "modus operandi" fuentes del sector naviero y pesquero español a los piratas del Golfo de Guinea, sobre los que reconocen un gran desconocimiento y que en los últimos tiempos, han aumentado sus ataques a la navegación marítima. En los últimos meses sus ataques y secuestros suman ya una treintena.
 
El más reciente fue el del Mattheos I, con 23 tripulantes a bordo, de los que tres son gallegos. El buque, de la española Consultores de Navegación aunque con pabellón de Chipre, un moderno petrolero con unas dimensiones similares a tres campos de fútbol que transportaba desde Rotterdam a Lomé (capital de Togo) 46.000 toneladas de gasóleo: un botín de 18 millones.
 
"Estos piratas son simples y vulgares rateros, bandas de delincuentes comunes o cacos que andan por el mar en busca de lo que sea de valor y para nada no son piratas como los de Somalia", con organizaciones potentísimas y muy jerarquizadas, sofisticados medios militares y de comunicación, poderosas conexiones internacionales y una organización en tierra que hasta genera empleo para "mantener" y "alimentar" a sus centenares de rehenes simultáneos.
 
Es lo que se traslada desde sectores como la flota atunera española, víctima de los asaltos de los piratas que operan en el Cuerno de África y que también faena en el Golfo de Guinea, sin ataques "por el momento y quiera Dios que esto no vaya a más; si no tendremos otro gran problema, el que nos faltaba", aseguran quienes, sin embargo, ven "un abismo" entre ambos tipos de delincuencia.
 
Esta visión coincide, en parte, con la que ofrece el periodista francés Thierry Mayssen –impulsor de la Red Voltaire– en su trabajo "Piratas, corsarios y filibusteros del siglo XXI" (2010) y que describe a los piratas del Golfo de Guinea como la suma de "pandillas" locales e integrantes del Movimiento por la Emancipación del Delta del Níger. "Se trata de grupos extremadamente violentos" y a veces "cuentan con el apoyo de los Ijaw, cuyas tierras fueron saqueadas por diversas compañías petroleras". El golfo de Guinea es la segunda zona del mundo con mayor número de ataques, "un puesto impensable hace no tantos años".
 
Además, "la violencia empleada en Nigeria supera a la de Somalia, mucho más publicitada. La abundancia de recursos e instalaciones en la mar, la cercanía a vitales rutas marítimas internacionales y la debilidad de Guinea Ecuatorial hacen que los efectos de la piratería se multipliquen. Instalaciones que no están en el mar sino tierra adentro en Guinea, Camerún o Nigeria, son víctimas de asaltos por piratas desde el mar", señalaba, por su parte, Julio Albert Ferrero, presidente de honor de Asesmar (Asociación de Estudios del Mar) en su trabajo "Piratería y terrorismo marítimo".
 
Según Albert Ferrero, la mayor parte de los ataques en la costa oriental de África se han producido dentro de las aguas territoriales y la mayoría de los incidentes en la costa del Índico han sido en alta mar. También los móviles de ambas piraterías serían diferentes. "En Somalia son económicos y, en Nigeria, en parte políticos", indica.
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