Durante 2010 los ataques piratas en contra de navíos comerciales en el mundo fueron al menos 445 respecto de los 276 registrados en 2005. La mayoría de ellos –219-- se llevaron a cabo frente las costas de Somalia, en la región llamada Cuerno de África.

Lo recoge el informe La economía de la piratería, publicado en mayo pasado por la consultora internacional Geopolicity
 
PROCESO.com, 14 Jun. (México).- Sólo en 2010 estos ataques costaron a la comunidad internacional entre 5 mil millones y 8 mil millones de dólares. En cambio, en el mismo lapso de tiempo, “los piratas” habrían ganado un promedio de 200 millones de dólares.
 
Éstos son los datos que presenta el informe La economía de la piratería, publicado en mayo pasado por la consultora internacional Geopolicity, una de las más especializadas en cuestiones de seguridad.
 
El reporte advierte que “dichas cifras están destinadas a aumentar en el corto plazo”, debido a que “se estima que un pirata puede alcanzar a ganar hasta 400 mil dólares en cinco años de carrera delictiva contra apenas unos 14 mil dólares en toda su vida laboral en Somalia”.
 
 Geopolicity explica que “la Cadena de Valor Pirata (CVP) muestra una conexión entre los piratas, los financieros y los patrocinadores”. Dice que “los primeros son fácilmente identificables, los segundos son difíciles de encontrar, mientras los últimos son invisibles”. 
 
Por otro lado, el informe identifica a las cuatro mayores organizaciones criminales dedicadas a la piratería en el Golfo de Adén, entre Yemen y Somalia. Dichas organizaciones estaría íntimamente relacionadas con los llamados “señores de la guerra somalíes”.
 
Sin embargo, advierte Geopolicity, “no es suficiente una estrategia meramente militar”, ya que la comunidad internacional estaría combatiendo al fenómeno sin el soporte “de un marco jurídico internacional y de informaciones acerca del fenómeno”.
 
El mapa de los costos
 
El estudio presentado por la consultora Geopolicity –la cual presume entre sus clientes a la Unión Europea (UE), a la agencia estadounidense USAID, al Banco Mundial y a distintas agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) — sostiene que hubo un “asombroso” e “imprevisto” incremento de la piratería marítima en la última década, “en particular frente a las costas de Somalia”. Dicho incremento, dice el reporte, corresponde también a “una substancial disminución del fenómeno en el sureste asiático”.
 
Señala que la lucha contra la piratería debería ser “una tarea relativamente sencilla” debido a que ésta ocurre “en un mundo que se dirige hacia la integración global”. Sin embargo, apunta, “la comunidad internacional está peleando en contra de este flagelo con la completa ausencia de un marco jurídico internacional y la falta de información acerca del fenómeno”.
 
En este contexto, el reporte de Geopolicity detalla los costos que provoca el fenómeno. Los divide en dos rubros mayores: las pérdidas que provoca en la comunidad internacional, y los montos de las operaciones para combatir el flagelo. En el primero se contempla el dinero por rescates, los precios de los seguros internacionales, las inversiones de la compañías para desviar las rutas de navegación; y en el segundo, los costos de las operaciones para perseguir a los piratas y para vigilar las aguas internacionales, la compra de equipos de seguridad por parte de las compañías de navegación, entre otros.
 
Al sumar todos estos rubros, el informe indica que “los costos directos en 2010 fueron entre 4 mil millones y 6 mil millones de dólares, mientras que los indirectos entre mil millones y 2 mil millones de dólares.
 
La consultora inclusive presenta unas proyecciones de dichas cifras hasta el año 2015 previendo que los mismos podrían subir hasta un total de 15 mil millones de dólares.
 
“Cadena de Valor Pirata”
 
Según Geopolicity la piratería marítima se está convirtiendo “en un negocio muy lucrativo”. Cita los datos ofrecidos el pasado 25 de enero por Jack Lang, relator especial de la ONU sobre la Piratería: “Existirían entre mil 500 y 3 mil piratas en la región (del norte de África)”. Cada uno ganaría en promedio de 400 mil dólares en cinco años de carrera delictiva. Ello contrasta con los 14 mil 500 dólares de “ganancia promedio en Somalia durante una vida laboral de 29 años”.
 
 A la luz de estos datos, el informe advierte que “mientras la relación costo-riesgo siga beneficiando la actividad delictiva, los piratas seguirán existiendo”, pues “los que un tiempo eran pescadores han encontrado una válida alternativa para ganarse la vida”.
 
Sin embargo, la consultora internacional señala que “es preciso realizar los esfuerzos necesarios para ubicar a los eslabones de la Cadena de Valor Pirata (CVP)” que involucra, según el documento, “desde los piratas hasta los patrocinadores”.
 
Esta tarea “nunca fue atendida”, denuncia el reporte. Por esta razón, “rastrear a los flujos financieros (detrás de la piratería) es urgente y necesario”.
 
Ante el hecho de que desde 2007 han sido atacados al menos 640 barcos y tomados más de tres mil 150 rehenes, realizar esta tarea “es urgente no sólo por el dinero, sino sobre todo para proteger vidas y asegurar las rutas marítimas”.
 
Cita de nuevo al relator Jack Lang, quien sostiene que “detrás de los ataques piratas habría 12 grandes patrocinadores” que se llevarían “hasta un 70 por ciento de todas las ganancias de esta actividad ilegal”.
 
Geopolicity admite no tener mayores datos acerca de los patrocinadores indicados por Lang, pero presenta un elenco detallado de los operadores financieros “que se dedican a la transferencia de dinero desde Somalia hacia el exterior”. Algunos de ellos: Dahabshiil, Qaran Express, Mustaqbal y Hodan Global. Sostiene que éstos “mueven dinero desde Somalia hacia el Medio Oriente, la UE y Estados Unidos”.
 
Según Geopolicity, “en muchos aspectos, las organizaciones de piratas se guían más por los principios de una empresa privada que por las estrategias de planeación militar”.
 
Señala como las principales organizaciones a las siguientes cuatro: La Guardia Voluntaria Nacional Costera (NVCG, por sus siglas en inglés), comandada por Garaad Mohamed y especializada en el secuestro de pequeñas embarcaciones y barcos pesqueros; Marka Group, liderado por Sheik Yusuf Mohamed Siad; Puntland Group compuesto por pescadores procedente de la homónima región somalí; y el grupo formado por los llamados Marinos Somalíes, comandados por Abdi Mohamed Afweyne, reconocido “señor de la guerra” somalí. Este último grupo es señalado por Geopolicity como “el más poderoso y sofisticado”. Señala que está organizado de acuerdo con una estructura militar.
 
Sostiene que todas estas organizaciones “tienen protección política por parte de actores internacionales, de funcionarios de gobiernos locales e de instituciones financieras que lavan el dinero (de los rescates)”.
 
Asimismo, estima que estos grupos tienen un área de influencia y control territorial de “un millón de millas náuticas cuadradas en los últimos cinco años”, llegando a tocar las costas meridionales de Irán y Pakistán. Una región “por donde circula el 70 por ciento del tráfico petrolero”.
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